Mejoran sin cesar en el exigente arte de amar.
Saben que el amor es un
arte y solo regala satisfacciones a los que se ejercitan en estos valores:
aceptación, tolerancia, admiración, ternura, perdón y afecto.
Permanecen
unidas en medio de los azares y las pequeñas o grandes
contrariedades del cotidiano vivir. Para ellas amar es un compromiso que se
renueva con el sol de cada amanecer. Su amor no es de ráfagas, es una firme decisión.
Desarrollan
sus habilidades de comunicación. Son asertivos, escuchan,
valoran el lenguaje gestual y saben leer el tono de la voz y los silencios.
Son
recursivas en su armonía afectiva y sexual. No sucumben
ante el acoso de la rutina y ponen a raya la infidelidad con buenas dosis de
ingenio. Practican un amor libre y responsable que no asfixia ni manipula .Con
creatividad huyen de tentaciones fáciles con consecuencias difíciles.
Son
espirituales, sienten a Dios, lo aman y ponen su presente
y sus sueños en las manos del Padre como fuente, camino y meta del amor que los
une. Dios es su refugio cuando el mal los asedia y con Él ven luces donde otros ven sombras.
La
terapeuta Lory Heyman trabaja en Virginia, EE.UU. con familias y les fija la
prioridad de eliminar 5 plagas: engaños, odios, culpas, apegos y perfeccionismo. El reto es respetar el sendero de cada persona y crecer en tolerancia
si ser prisioneros del Ego.
La Dra Heyman recomienda llegar a acuerdos de mutuo beneficio,
cumplirlos y evitar a toda costa cuatro acciones mortales: acusar, aplazar,
reprimir y buscar el poder. Sales adelante si no explotas por
pequeñeces, eres realista y pones tu relación en primer lugar con acciones como
estas:
Sé
consciente del valor del compromiso. Sin esa fuerza el
amor es un sentimiento volátil y sin futuro. El compromiso de ser feliz con alguien se ve en la
entrega, la dedicación, la lealtad y la pasión.
Vive
en plan de mejorar tu habilidad de comunicación: escuchar, ceder, no juzgar y
ser tolerante. Sé asertivo, destierra el juicio y no pretendas
que el otro adivine lo que quieres.
Pregúntate
qué más puedes hacer para ser un buen amante, o sea, alguien que ama de verdad,
con aceptación, respeto, transparencia, ternura, armonía sexual y dando sin
esperar
En un programa televisivo le preguntaron a una
pareja con 30 años de buena relación: De todos los factores que los han mantenido unidos,
¿cuáles han sido los tres más importantes? Esta fue su respuesta:
“Mucha
comprensión, el buen humor y la decisión que tomamos de ser tolerantes,
perdonar y nunca acostarnos enfadados”. Ahora detente y
mira qué quieres hacer para cultivar esos valores y ser feliz dando felicidad.
Todo marcha bien cuando te pones en el lugar
del otro, lo comprendes y, por lo mismo, eres noble y tolerante. Vale oro perdonar y no archivar
agravios; respiras aire puro si no dejas que los conflictos crezcan y
hagan erupción.
El
buen humor es un estupendo aliado. Con él te ríes de ti
mismo, eres descomplicado y rico en esperanza. En suma, sabes vivir.
Ten
presente que la relación de pareja cambia, pero el arte de amar tiene sus
raíces en valores perennes.
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