LAS MUJERES CUANDO AMAN LO DAN TODO

Cuando los hombres aman a las mujeres sólo les dan un poco de su vida; mas las mujeres, cuando aman, lo dan todo.

Cuando no existía nada, el amor existía; y cuando nada quede, quedará el amor. ¡Es el primero y el último!.

Cuando nos vimos por primera vez, no hicimos sino recordarnos. Aunque te parezca absurdo, yo he llorado cuando tuve conciencia de mi amor hacia ti, por no haberte querido toda la vida.

Cuando se ama, el corazón es el que juzga.

Cuando se es amado, no se duda de nada. Cuando se ama, se duda de todo.

Cuando se habla de estar enamorado como un loco se exagera; en general, se está enamorado como un tonto.

Cuando sólo habla el amor, la verdad no siempre está ahí.

Cuando surge la contabilidad (de yo doy más y tú menos) es que el enamoramiento está a punto de acabar.

Cuanto más se enjuicia, menos se ama.

Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón.

Dar solamente aquello que te sobra, nunca fue compartir sino dar limosna, amor, si no lo sabes tú, te lo digo yo.

De todas las pasiones, el amor es la que más irrita y acrece cuando encuentra obstáculos.

Debemos hacer las cosas ordinarias con un amor extraordinario.

Decimos que el amor es ciego, y se pinta a Cupido con una venda en los ojos. Ciego, sí, porque no ve nada que no ame.

Dejar de amar a una mujer es tanto como odiarla violentamente.

Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor.

Del desordenado amor y vano temor nace todo el desasosiego del corazón y toda distracción de los sentidos.

Dios es la plenitud del cielo, el amor es la plenitud del hombre.

Donde no hay amor, poned amor y encontraréis amor.

Donde no hay sacrificio, no hay amor.

Durante la juventud creemos amar; pero sólo cuando hemos envejecido en compañía de otro, conocemos la fuerza del amor.

El amor aborrece todo lo que no es amor.

El amor cesa de ser un placer cuando deja de ser secreto.

El amor comienza cuando una persona siente que las necesidades de otra son tan importantes como las suyas propias.

El amor conyugal es el más fuerte de todos, mientras subsiste.

El amor de los jóvenes en verdad no está en su corazón, sino más bien en sus ojos.