El amor, esa fuerza que trasciende el tiempo y el espacio, tiene una capacidad única: la de desplegar alas y elevarnos a alturas inimaginables. Es un sentimiento que no conoce límites, que desafía las leyes de la lógica y que nos transporta a un universo donde las emociones y los lazos se entrelazan en un baile sin fin.
El amor, con sus alas invisibles, nos permite volar por paisajes emocionales que van desde la más profunda alegría hasta la más insondable tristeza. Nos da el coraje para enfrentar desafíos aparentemente insuperables y nos sostiene en momentos de incertidumbre.
Estas alas del amor nos permiten abrazar, no solo con nuestros brazos, sino con nuestra alma. Nos enseñan a comprender, a perdonar, a ser compasivos. Nos muestran que la vulnerabilidad no es debilidad, sino la fuerza misma que nos conecta unos con otros.
El amor con alas nos hace desafiar la gravedad de la rutina diaria, elevándonos por encima de las trivialidades y mostrándonos una perspectiva más amplia y significativa. Nos permite ver la belleza en lo simple, la alegría en lo cotidiano y la magia en los pequeños gestos.
Con sus alas, el amor nos invita a explorar nuevos horizontes, a descubrir aspectos desconocidos de nosotros mismos y a caminar por senderos que nunca antes habíamos considerado.
Pero como cualquier ave, el amor también necesita espacio para desplegar sus alas y crecer. Necesita libertad para nutrirse, para expandirse y para encontrar su propio camino. A veces, amar es saber dejar ir, es permitir que el amor vuele hacia donde sea que deba ir.
El amor con alas nos enseña que, aunque puedan pasar tormentas y vientos adversos, siempre habrá un lugar donde reposar, un refugio donde encontrar consuelo. Nos recuerda que, a pesar de los altibajos, el amor es un viaje incesante, una danza eterna que nos llena de sentido y nos eleva hacia la plenitud.
Que nunca temamos abrir nuestras alas al amor, permitiendo que vuele libremente, porque es en esa libertad donde encuentra su mayor fuerza y su más pura esencia. Que siempre tengamos el coraje de amar con alas, navegando los cielos de la vida con gracia, pasión y una infinita capacidad de elevarnos unos a otros.
· Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado
· Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?
· Si quieres ser amado, ama tú
· Si Satanás pudiera amar, dejaría de ser malvado
· Si se debe amar al prójimo como a uno mismo, es por lo menos tan justo amarse a sí mismo como al prójimo.
· Siempre es bueno cuando se tienen amores ausentarse por algún tiempo. Así podemos cerciorarnos de si es cariño efectivo el que nos tienen o es capricho pasajero
· Siempre hay un poco de locura en el amor. Pero siempre hay también un poco de razón en la locura
· Siempre he visto que en amor el que huye es el que vence
· Sin duda es mejor un amor prudente; pero es preferible amar locamente a carecer de todo amor
· Solemos amarnos a nosotros mismos en el otro, pero no al otro por si mismo
· Sólo desde que amo es bella mi vida; sólo desde que amo sé que vivo
· Sólo el amor puede ayudar a vivir
· Sólo existe el amor. Las otras cosas nobles apenas sirven para dignificarlo... Algunos hombres jamás lo encuentran. Para otros es apenas una estrella fugaz que ilumina un año, un mes, una semana o un día en sus vidas. Pero ese destello efímero da significado a la existencia toda. Bienaventurado el que puede sentir en su carne y en su espíritu el fuego de esa chispa
· Sólo hay un amor hasta la muerte, ¡el último!
· Sólo hay un amor; pero hay muchas copias distintas
· Sólo hay un remedio para el amor: amar más
· Sólo se vive el tiempo en que se ama
· Sólo vivo en la gloria de mirarte. Sólo muero en la pena de no verte
· Somos modelados por lo que amamos
· Son muchísimos los que aman; poquísimos los que saben amar
· Supe que ser amado no es nada; que amar, en cambio, lo es todo
· Sustituir el amor propio con el amor a los demás es cambiar un insufrible tirano por un buen amigo
· Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras
· Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz
· Te quiero con tu tristeza y tu angustia; para sufrir contigo y no para llevarte a ningún falso reino de la alegría
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