¿Le
estás generando ansiedad en tu hijo? En muchas ocasiones y sin darse cuenta,
los padres pueden fomentar inseguridades que posteriormente se ven reflejadas
en el desarrollo psicoemocional de sus hijos. Por eso es importante que puedan
comprender y descifrar los síntomas que los niños desarrollen en cuanto a
estrés y ansiedad.
¿Cuáles
son las causas que están generando ansiedad en tu hijo?
Generalmente, los niños tienen un estado de ánimo alegre
y positivo. Siempre están en búsqueda de nuevas aventuras y llenos de energía. Sin embargo, cuando comienzan a
cambiar su conducta de forma permanente y sin una causa aparente, es importante
hacer una pausa y analizar qué o quiénes están afectando al niño.
En este sentido, se debe hacer una averiguación que debe comenzar por la
introspección de los padres y demás miembros de la familia con quienes
el niño tiene contacto permanente. A veces, los padres pueden favorecer el desarrollo de inseguridades,
que a su vez desembocan en
sentimientos de estrés y ansiedad.
Aunque sin intención, puedes estar generando ansiedad en
tu hijo mediante actitudes
como la autoridad excesiva o, por el contrario, demasiada permisividad. Ejemplos de estas
son la sobreprotección, la negación a que desarrollen su propia personalidad y
tomen sus propias decisiones o las críticas constantes, entre otros.
Los
síntomas que desarrolla un niño con ansiedad
Los
niños con problemas de ansiedad y estrés desarrollan síntomas muy claros que
todo padre puede identificar. No obstante, para ello es fundamental que
los padres se informen al respecto y estén muy atentos ante cualquier cambio de
conducta que demuestre su hijo.
Los
síntomas de ansiedad y estrés suelen presentarse de forma simultánea en dos
áreas bien definidas de la vida del niño. La primera es la emocional y la segunda es la física.
Por lo general, estos dos espacios van de la mano y pueden presentarse varios
síntomas al mismo tiempo, así como también de forma aislada.
Síntomas
emocionales
Sin duda alguna, los síntomas emocionales más evidentes
que los niños desarrollan son: falta de empatía, desinterés por los estudios e incluso juegos
con otros amigos. Hay otros, como la tristeza, desgano en el momento de comer,
actitud irritable o comportamientos agresivos, miedo, inseguridad o incapacidad
para concentrarse.
Los
pensamientos negativos también suelen estar presentes constantemente en los
niños que sufren ansiedad.
“Cuando comienzan a cambiar su conducta de forma
permanente y sin una causa
aparente, es importante hacer una pausa y analizar qué o quiénes están
afectando al niño”
Síntomas
físicos
Cuando
el estrés y la ansiedad llegan a niveles muy elevados, también se pueden
presentar síntomas físicos. Estos pueden llegar a ser tan fuertes que inclusive
a menudo se confunden con otras afecciones. Por este motivo, es necesario también prestar
atención a los síntomas emocionales.
En cuanto a los síntomas físicos, pueden abarcar desde sudoración excesiva y
taquicardia hasta fuertes dolores de cabeza y abdominales. En esta
categoría, el niño puede desarrollar inclusive tartamudez, micción nocturna, dolores musculares,
temblores, desmayos, inmovilidad, resfriados frecuentes y llanto en exceso.
¿Cómo
se puede enfrentar la ansiedad en los niños?
La mejor forma de enfrentar la ansiedad en los niños es analizar las razones que la
están generando. En este sentido, la introspección es el primer paso.
El segundo es evaluar si la ansiedad que el niño está sufriendo es reciente o ya
tiene tiempo. En este supuesto, lo más recomendable será consultar a un
especialista para que lo ayude a salir de ese estado anímico.
Mantener
una comunicación fluida, respetuosa y constante son claves primordiales
para fomentar la confianza en los hijos. De igual manera, los padres pueden
generar pequeños cambios que, a su vez, pueden ayudar a los niños a disminuir los niveles de
estrés.
Es
muy recomendable evitar la sobreprotección, las críticas continuas y
darles cierta libertad de decisión en tareas muy pequeñas. Esto fomentará un desarrollo
psíquico y emocional saludable.
De igual forma, si la ansiedad del niño no disminuye pese a hacer cambios
citados, es primordial buscar ayuda de un profesional. En ese caso, él
podrá recomendarle al grupo familiar orientación, psicoterapia y fármacos, de
ser necesario.
“La mejor forma de enfrentar la ansiedad en los niños es analizando las razones que la
están generando. La introspección es el primer paso”
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