Una
historia bíblica que sacude es la que describe la destrucción de Sodoma y
Gomorra.
Es obvio que un Dios de amor no actúa así y que es una
narración condicionada por las creencias de la época.
Son
historias para enseñar algo valioso y eso lo vemos en
la mujer de Lot que se convierte en estatua de sal. Génesis 19,26
Algo que tampoco sucedió, pero si nos
dice bien claro: No
conviene enfocarse en lo que quedó atrás.
Cuando
tú no perdonas estás paralizado como una estatua,
sin vida, sin paz y sin felicidad.
Eres una estatua de sal cuando no
cierras un ciclo y sostienes
relaciones donde el amor murió y solo hay apegos sufrientes.
Siempre
que no amas aquí y ahora estás muerto en vida con el odio, el rencor la culpa o
la nostalgia.
"No mires hacia atrás",
Génesis 19,17 y ama aquí ahora; no permitas que un ayer amargo dañe tu hoy y tu
mañana.
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