En vísperas de los 40
Exámenes indispensables, básicos y poco costosos para proteger su bienestar. De ellos, se habla como de los "cuarentones", un término que mal suena por sus connotaciones a vejestorios, carnes flojas y blandas, achaques e hipocondrías.
Sin embargo, quienes se encuentran a las puertas de cumplir (o haber cumplido) la cuarta década de vida pueden considerarse aún en plena juventud. O, para decirlo mejor, en la cumbre de su plenitud y madurez.
De acuerdo con las proyecciones demográficas, esos famosos cuarentones tienen por delante varias décadas de vida. Es decir, por lo menos tres más ya que el promedio de vida proyectado para una población como la colombiana gira en torno de los 70 años. Un poco más para las mujeres que para los hombres.
Sin embargo, para que la longevidad se haga realidad, es preciso cultivarla. Y, ¿qué mejor momento que cuando se llega a los 40?
En realidad, es un poco exagerado decirlo así porque cada año de la vida es apropiado para el cuidado de la salud y la búsqueda de un bienestar. Sin embargo, al cumplirse la cuarta década, los especialistas recomiendan practicarse una serie de exámenes. Todos buscan la prevención de las enfermedades y deterioros propios del paso de los años.
¿Cuáles son esos exámenes? Aquí van algunos de los principales.
Para hombres y mujeres
Hipertensión arterial. Controlar la tensión arterial es prevenir enfermedades que se relacionan con los accidentes cerebro y cardiovasculares.
Colesterol. A medida que avanza la edad y cuando no existe una disciplina adecuada de ejercicios y nutrición, el riesgo de que las cifras de las grasas en la sangre se eleven es grande. El colesterol y los triglicéridos también deben controlarse como medida de prevención contra el infarto y la arteriosclerosis.
Glicemia. La diabetes tipo II, antes conocida como la del Adulto, se presenta con una frecuencia poco sospechada. Como no se manifiesta con ninguna señal de alarma, comienza a hacer estragos en el organismo sin que la persona se dé cuenta. Controlar las cifras de glicemia en la sangre es prevenir daños tan graves como la ceguera, trastornos renales y cardíacos.
Acido úrico, especialmente en hombres. Su exceso produce una de las enfermedades de la familia de las artritis, o gota, que es muy dolorosa.
Calcio en los huesos. Especialmente si hay antecedentes en la familia de osteoporosis, o si se han presentado fracturas repetidas y aparentemente inexplicables, es conveniente practicarse una densitometría ósea.
Odontología. Mientras que la caries fue la enfermedad de mayor incidencia durante los primeros años de vida, a partir de los 40, las enfermedades de las encías comienzan a hacerse más frecuentes. La visita anual (o bianual, si es necesario) al odontólogo debe seguir siendo una rutina.
Vacunas: No olvidar las de la Hepatitis B y la vacuna contra la gripa.
Colon y vías digestivas. Se recomienda consultar con un gastroenterólogo acerca de la necesidad de practicarse una colonoscopia como medida de prevención contra el cáncer rectal y de colon.
Nutrición. Si no lo ha hecho antes (como es aconsejable hacerlo) este es el momento oportuno para revisar sus hábitos alimenticios. El exceso de peso, y sobre todo la obesidad son la puerta de ingreso de numerosas enfermedades, casi todas ellas irreversibles.
¿Y los ojos? Aquí, los años no perdonan. Es posible que comience a necesitar un par de lentes para leer. Es normal y no debe preocupar.
La piel. Como tampoco deben preocupar las arrugas y las canas que, de pronto, comienzan a asomar. Piense que son símbolo de nobleza y madurez y así, su vanidad sufrirá menos.
También con el dermatólogo: cuidado con lunares, manchas o llagas que cambian de forma o no curan.
Exámenes indispensables, básicos y poco costosos para proteger su bienestar. De ellos, se habla como de los "cuarentones", un término que mal suena por sus connotaciones a vejestorios, carnes flojas y blandas, achaques e hipocondrías.
Sin embargo, quienes se encuentran a las puertas de cumplir (o haber cumplido) la cuarta década de vida pueden considerarse aún en plena juventud. O, para decirlo mejor, en la cumbre de su plenitud y madurez.
De acuerdo con las proyecciones demográficas, esos famosos cuarentones tienen por delante varias décadas de vida. Es decir, por lo menos tres más ya que el promedio de vida proyectado para una población como la colombiana gira en torno de los 70 años. Un poco más para las mujeres que para los hombres.
Sin embargo, para que la longevidad se haga realidad, es preciso cultivarla. Y, ¿qué mejor momento que cuando se llega a los 40?
En realidad, es un poco exagerado decirlo así porque cada año de la vida es apropiado para el cuidado de la salud y la búsqueda de un bienestar. Sin embargo, al cumplirse la cuarta década, los especialistas recomiendan practicarse una serie de exámenes. Todos buscan la prevención de las enfermedades y deterioros propios del paso de los años.
¿Cuáles son esos exámenes? Aquí van algunos de los principales.
Para hombres y mujeres
Hipertensión arterial. Controlar la tensión arterial es prevenir enfermedades que se relacionan con los accidentes cerebro y cardiovasculares.
Colesterol. A medida que avanza la edad y cuando no existe una disciplina adecuada de ejercicios y nutrición, el riesgo de que las cifras de las grasas en la sangre se eleven es grande. El colesterol y los triglicéridos también deben controlarse como medida de prevención contra el infarto y la arteriosclerosis.
Glicemia. La diabetes tipo II, antes conocida como la del Adulto, se presenta con una frecuencia poco sospechada. Como no se manifiesta con ninguna señal de alarma, comienza a hacer estragos en el organismo sin que la persona se dé cuenta. Controlar las cifras de glicemia en la sangre es prevenir daños tan graves como la ceguera, trastornos renales y cardíacos.
Acido úrico, especialmente en hombres. Su exceso produce una de las enfermedades de la familia de las artritis, o gota, que es muy dolorosa.
Calcio en los huesos. Especialmente si hay antecedentes en la familia de osteoporosis, o si se han presentado fracturas repetidas y aparentemente inexplicables, es conveniente practicarse una densitometría ósea.
Odontología. Mientras que la caries fue la enfermedad de mayor incidencia durante los primeros años de vida, a partir de los 40, las enfermedades de las encías comienzan a hacerse más frecuentes. La visita anual (o bianual, si es necesario) al odontólogo debe seguir siendo una rutina.
Vacunas: No olvidar las de la Hepatitis B y la vacuna contra la gripa.
Colon y vías digestivas. Se recomienda consultar con un gastroenterólogo acerca de la necesidad de practicarse una colonoscopia como medida de prevención contra el cáncer rectal y de colon.
Nutrición. Si no lo ha hecho antes (como es aconsejable hacerlo) este es el momento oportuno para revisar sus hábitos alimenticios. El exceso de peso, y sobre todo la obesidad son la puerta de ingreso de numerosas enfermedades, casi todas ellas irreversibles.
¿Y los ojos? Aquí, los años no perdonan. Es posible que comience a necesitar un par de lentes para leer. Es normal y no debe preocupar.
La piel. Como tampoco deben preocupar las arrugas y las canas que, de pronto, comienzan a asomar. Piense que son símbolo de nobleza y madurez y así, su vanidad sufrirá menos.
También con el dermatólogo: cuidado con lunares, manchas o llagas que cambian de forma o no curan.
Otros exámenes indispensables
Solo para hombres
Urgente: una visita al urólogo para practicarse un tacto rectal que determine si existe algún problema en la próstata.
Análisis de testículos. Aunque el autoexamen de los mismos debe haberse iniciado muchos años antes, siendo el cáncer testicular más frecuente en adultos jóvenes, es importante que el especialista también los examine.
Cardiólogo. La visita anual al cardiólogo es muy recomendada, especialmente si se mantiene una vida sedentaria y se está pasado de peso (también de pesos...) Dermatólogo. Sólo para quienes están perdiendo su pelo en abundancia. Aunque la calvicie suele ser irreversible, especialmente en hombres, de pronto el especialista le puede ayudar a retrasar el proceso.
Solo para mujeres
Fundamental: la mamografía. Una vez al año o, si el médico lo considera, una vez cada dos años para empezar. Citología. Que debe haberse practicado anualmente pero que, en este momento, adquiere aún mayor importancia.
Controles. Por supuesto, la visita anual (y a veces dos veces al año) al ginecólogo.
Anticipos de la menopausia. ¿Cuándo puede iniciar la terapia de sustitución de hormonas? Es una gran medida de prevención de los problemas serios que conlleva la suspensión de la producción hormonal.
Cardiólogo. Las hormonas sexuales protegen a la mujer contra los accidentes cardiovasculares. Sin embargo, a partir de la cuarta década, y cuando comienza el proceso de la menopausia, se hacen mayores los riesgos de sufrir de un infarto.
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