"Entrénate para soltar todo lo que
debes perder", y lo guía para que deje de lado apegos que traen dolor.
Los
miedos nacen de una fe pobre y de un amor precario que son fuente de inseguridad.
Si te amas poco es obvio que te aferras
a alguien para sentirte querido y protegido. Ahí está el apego.
Ámate
mucho, ama a Dios con toda el alma, cree en ti y en Él, y los miedos y los
apegos se esfumarán.
Entrénate para soltar y sé consciente
de que todo es prestado y que nada es permanente. Nada.
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