Según
un estudio de la Organización Mundial de la Salud en 2017 habrá en el mundo más
de 2.300 millones de personas con sobrepeso. En Colombia ya se prendieron las
alarmas pues ésta, llamada 'epidemia del siglo XXI', ha llegado más rápido de
lo que se pensaba. ¿Es éste un problema real para la sociedad, a qué se debe y
quiénes pueden vivir con felicidad sus kilos de más?
Cada vez más, los colombianos tienden a
consumir mayores cantidades de comida 'chatarra', según se desprende del
incremento de toda clase de procedimientos quirúrgicos invasivos como cirugías
bariátricas.
¿Cómo
se llegó a esta conclusión? Un estudio realizado por el doctor Jorge Enrique
Andrade, médico cirujano y un estudioso de la obesidad en Colombia y el mundo,
señala que en menos de cinco años habrá 25.776.608 colombianos con problemas de
sobrepeso y obesidad, es decir el 53.48% del total de la población del país.
Pese a que las cifras actuales no parecen ser impresionantes, las proyecciones
sí lo son: "En este momento en Colombia no se ve tan complicada la
situación como en países industrializados de Europa y Estados Unidos, pero como
vamos, vamos por mal camino", afirma Andrade. Los siguientes son los
resultados de su estudio:
1995. Los únicos datos antiguos que encontró
sobre nutrición y salud en Colombia fueron los de una encuesta realizada por
Profamilia. El 31% de la
población sufría de sobrepeso y el 9% de obesidad, es decir, un 40% de la
población.
2005: Según una encuesta realizada por el
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 32% padecía de sobrepeso, y aunque
esta cifra no muestra un incremento considerable luego de 10 años, la obesidad
subió al 14.46%.
2010:
A partir de esas cifras, el doctor forjó unas proyecciones con unas fórmulas
bibliológicas y se encontró con un resultado sorprendente:
si continúa con ese crecimiento, hacia el 2015 habrá un 35% de personas con
sobrepeso y 18 por ciento con obesidad, es decir 53% de la población total.
Desde hace años, la obesidad se ha tratado
desde dos pilares: la mala alimentación (exceso de calorías) y la falta de
esfuerzo físico (sedentarismo). Pero es que tomar conciencia en el tema de la
comida y el ejercicio no es tarea fácil. Muchos intentos para bajar de peso se
quedan en palabras que el viento se lleva.
No
obstante, los peligros no son para nada fantasiosos sino muy reales: las
enfermedades producidas por la obesidad y el sobrepeso son hipertensión,
diabetes tipo dos, colesterol alto, accidentes cerebro-vasculares, cáncer de
diversos tipos, artritis, trastornos pulmonares y cirrosis hepática, sin contar
las posibilidades de morir a temprana edad. "El
asunto no es solo que haya personas obesas, sino que además aumenta el riesgo
de sufrir las demás enfermedades", dice el doctor Andrade.
Por esa razón tener una alimentación
balanceada es el punto de partida para prevenirlos. Brindarle al cuerpo todos
los requerimientos diarios de los nutrientes (proteína, grasas, carbohidratos,
vitaminas y minerales) mantiene y conserva
la buena salud. "Las personas que consumen una alimentación sana son más
saludables y productivas y además aprenden con más facilidad" asegura
Sandra Torres, nutricionista de la Pontificia Universidad Javeriana.
De
acuerdo con la nutricionista, para la prevención de estas enfermedades se deben
tener en cuenta tres aspectos fundamentales: modificación de hábitos
alimentarios, incremento de la actividad física, apoyo psicológico que ayude a
promover hábitos de ingesta y vida saludable. Generalmente
el tema de la obesidad es tratado desde el punto de vista físico, pero ¿qué
pasa con los comportamientos que asumen las personas que lo padecen? Varios
especialistas enfatizan en el impacto que ejerce sobre las emociones y factores
psicológicos como la dificultad para afrontar situaciones conflictivas,
autoestima negativa, depresión y angustia, incapacidad para tomar
decisiones y controlar su propia vida, e
inclinación a prestar demasiada atención a las críticas de los demás.
Diana Montañez, gerente de mercadeo de una
empresa colombiana, a sus 29 años es testimonio del grado de importancia que
tiene alimentarse de forma sana para mantener el peso ideal. "Siempre había sufrido de
sobrepeso. Hace 10 años bajé 18 kilos, pero solo lo logré por unos cuatro o
cinco años y volví a subir. Llegué a un punto en el que estaba
nuevamente en 74 kilos, entonces pensé que si había sido capaz de hacerlo
antes, por qué no lo voy a poder hacer ahora.
Durante dos meses, Diana buscó en todo el país
tratamientos que le permitieran saber cuánto podía bajar sin tener que dejar de
comer: "Me encontré con muchos métodos: masajes, inyecciones de suero,
desintoxicación, mesoteraopia, dieta, agujas, pero me di cuenta que lo que
necesitaba era fuerza de voluntad y aprender a comer"
El
doctor Andrade, mediante 30 exámenes, logró diagnosticar a Diana para saber de
qué forma abordar su problemática alimenticia "Me dijo qué debía consumir
las tres comidas del día en proporciones exactas. El éxito de este tratamiento
es consumir fielmente las cantidades que el especialista defina". En casi
tres meses bajó 11 kilos.
"Fue un proceso difícil, mi problema
tenía que ver con los fritos y las salsas y dejarlos de comer fue complejo,
pero es un método sano, no me estoy muriendo de hambre y estoy comiendo lo
necesario: harinas,
proteínas, verduras y frutas de forma balanceada, consumo las calorías que el
cuerpo pide. Solo se trata de costumbre y fuerza de voluntad" dice Diana.
Ella recuerda que en sus primeros semestres de
universidad tenía baja la autoestima "Yo comía en exceso. Sabía que le
estaba haciendo daño a mi organismo, pero estaba desmotivada porque había hecho
muchas cosas y no me bajaba de peso. Pero hoy me siento feliz, me siento bonita
y la gente lo nota y me lo dice"
La
obesidad infantil también toma vuelo
Según la nutricionista Sandra Torres la mayor
proporción de los adolescentes y población adulta no desarrolla un nivel mínimo
de actividad física que genere beneficios para la salud. Los niños de 5-12 años
dedican dos o más horas a ver televisión, lo que conlleva al sedentarismo y por
ende al sobrepeso.
En
niños la obesidad es considerada una enfermedad crónica por perpetuarse en la
edad adulta, ocasionando trastornos metabólicos a largo plazo que tienen
múltiples causas, y su desarrollo es el resultado de la interacción de factores
genéticos, socioeconómicos, psicológicos y culturales. Por lo tanto es
necesario hacer una intervención temprana a través de programas y políticas
efectivas en salud, que disminuyan la prevalencia de esta enfermedad.
Según la Encuesta Nacional de la Situación
Nutricional en Colombia (ENSIN) de 2005, en el país el sobrepeso de niños entre
0-4 años es del 3.1%; 5-9 años, 4.3%; 10-17 años, 10.3%; y aún no se conocen
los resultados del estudio de 2010 en el que probablemente las cifras serán muy
superiores.
Según el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar, aproximadamente uno de cada tres colombianos entre 5 y 64 años
consume golosinas y dulces a diario. El 17,8% los consume dos o más veces al día,
mientras que uno de cada cinco colombianos entre 5 y 64 años consume gaseosas o
refrescos cada día. Y aproximadamente 1 de cada 7 colombianos, entre 5 y 64
años, consume 'alimentos de paquete'. Los grupos con mayor frecuencia de
consumo diario de 'alimentos de paquete' son los niños y adolescentes en edad
escolar (9 a 13 años: 21% y de 14 a 18 años: 20%).
Voces de experiencia
Vivir con obesidad o sobrepeso no es fácil,
pero hay quienes piensan que tenerlo es sinónimo de nuevas oportunidades y
valoración de la vida. Aquí algunas de las experiencias de colombianos que
conviven felizmente con la llamada 'epidemia del siglo XXI'.
"Hoy
agradezco y gozo de mi contextura"
Constanza Hernández es una administradora de
empresas de 23 años que se ganó el reconocimiento y cariño de los colombianos
con su papel protagónico en la obra de teatro La gorda. Esta bogotana sociable,
rumbera y apasionada por el canto jamás pensó que su peso (100 kilos) la
lanzaría al mundo de la actuación.
Luego de probar numerosos tratamientos como
los masajes reductores, las dietas de frutas y verduras, la vacumterapia, la carboxiterapia y el consumo de pastillas,
Constanza, que hace de Lucila Peinado en la telenovela La 'teacher' de inglés,
se dio cuenta que pocos funcionaban. "Muchos se convirtieron en pérdida de
tiempo y dinero, me apliqué cuanta crema me recomendaron y hasta averigüé en
algún momento de mi vida cómo hacerme la 'lipo' o el bypass, pero
afortunadamente no se me dieron las cosas para hacérmelo y sigo aquí: gorda",
dice con una sonrisa.
"Cuando
estaba en la época de la adolescencia -recuerda- los parámetros de belleza eran
mucho más marcados y se vivía a diario del 'qué dirán', ver que entre todas las
niñas se prestaban ropa y yo no cabía ahí, era muy deprimente, pero esa etapa
ya fue superada, hoy soy feliz y no solo porque mi contextura física me tiene
donde estoy en este momento sino también porque tengo claro que desde que mi
salud se encuentre en perfectas condiciones, mi aspecto físico no es relevante.
Lo más importante es sentirse a gusto con uno mismo y proyectarse como talante
al resto del mundo" asegura Constanza.
La actriz afirma también que debe haber una
aceptación interna para reflejarla ante la sociedad: "hay que sentirse a
gusto con su cuerpo, consentirlo, protegerlo y cuidarlo para no exceder la
obesidad que ya se tiene".
"Ya
nos identifican como 'los gorditos'"
Ángela Garzón y Carlos Mojica forman una
pareja de optómetras que reside hace 25 años en Cali. Se conocieron en la
Facultad de Optometría de la Universidad de la Salle y aseguran vivir
felizmente junto con sus dos hijos, Laura y Camilo.
Ella pesa 75 kilos y él 105. Sus intenciones
de bajar de peso han sido numerosas. Carlos estuvo en un centro de
adelgazamiento, con pastillas y dieta en Bogotá durante su época universitaria,
pero volvió a aumentar; y luego juntos estuvieron
en Cali en un centro de adelgazamiento de vendas frías y dietas, donde bajaron
de peso pero solo por un lapso de tiempo. "Hemos estado con dietistas y
nutricionistas y los resultados han sido buenos, pero el peso vuelve a subir y
las dietas que hemos hecho no han sido constantes", asegura Carlos.
Afirman no sentir rechazo porque sus amigos y
familiares han aceptado su condición: "Ya nos identifican así, 'los
gorditos', hemos contado con buena salud y creemos que lo más importante es que
somos nosotros y somos felices. El peso no ha sido un obstáculo en ningún
momento y actividad que realizamos".
Casos
como los anteriores demuestran que se puede aprender a llevar una vida normal
con estas enfermedades. Sin embargo, hay que decir que desde temprana edad se
debe cuidar el cuerpo, pues las causas de la obesidad no son las mismas en
todas las personas, pero sí puede llevar, entre otras cosas, a sufrir un muerte
temprana.
RECUADRO
Algunos 'tips' para llevar una vida sana
Aunque parezca imposible darle reversa a este
tema, la situación en Colombia puede mejorar. La nutricionista Sandra Torres da
algunas recomendaciones para prevenir este tipo de enfermedades:
-Disminuir
el consumo de grasas saturadas (mantecas, mantequilla,
carnes gordas, chicharrón y crema de leche, entre otras) y de carbohidratos
como almidones y azúcares.
-
Utilizar endulzantes bajos en calorías.
-Consumir
dos o tres porciones de verduras y frutas durante el día.
-Tomar leches bajas en grasa.
-Incluir
en la alimentación diaria alimentos y/o que contengan
proteína de soya ya que esta promueve la disminución del riesgo
cardiovascular.
-Limitar
a dos horas/día la TV, juegos, videos, computador.
-Consumir siempre el desayuno.
-Limitar
consumo de porciones.
-Comer en familia.
-Actividad física 30 min-60 min/día.
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