¿Sabías que el 15 por ciento de las parejas son
infértiles?
¿Cuál es la principal causa de infertilidad (tanto
en hombres como en mujeres)?
¿en qué sexo es mayor?
Un tercio de las causas de esterilidad son
femeninas, otro tercio masculinas y el tercio restante son causas mixtas.
De todos los
problemas que dan lugar a esterilidad, el factor masculino, sobre todo
relacionado con disminución de la cantidad o movilidad de los espermatozoides,
se encuentra implicado en, al menos un 50 por ciento de los casos, ya sea como
la única causa o añadido a un problema femenino, por lo que puede considerarse,
en estos momentos, el principal responsable de la esterilidad en una pareja.
En la mujer, la causa más frecuente de esterilidad
en países desarrollados se debe a problemas ovulatorios, que pueden suponer
hasta un 25 por ciento. Se puede sospechar si hay una historia de alteraciones
menstruales, aunque para confirmarla hay que recurrir a análisis hormonales. En
mujeres mayores de 35 años, puede existir una disminución de la reserva
ovárica, ya que la dotación de óvulos es limitada y estas células no se
regeneran.
Otras causas de
esterilidad frecuentes en mujeres que provienen de países menos desarrollados
son las derivadas de lesiones en las trompas de Fallopio, que es el lugar
donde, en condiciones naturales, deben encontrarse los espermatozoides con el
óvulo, y donde se debe producir la fecundación.
De forma aislada o en combinación con otros problemas de fertilidad, son responsables de hasta el 30 por ciento de las causas de esterilidad.
El frenético
estilo de vida de la sociedad ¿tiene algo que ver con la alta tasa de
infertilidad en la población? Sí, de hecho, cuando se comparan las cifras de
los parámetros seminales, fundamentalmente cantidad y movilidad de los
espermatozoides entre hombres que viven en un medio rural o urbano, se aprecian
la mejor calidad de los espermatozoides en hombres que viven en el campo.
También se ha comprobado que los hábitos tóxicos:
tabaco, alcohol, consumo de ciertas drogas o medicamentos... tiene una acción
directa sobre el ciclo ovárico en la mujer y sobre las características del
semen en los hombres.
De la misma
manera, la obesidad o la delgadez excesivas pueden reducir la fertilidad, tanto
en hombres como en mujeres.
Por otra parte,
las situaciones de estrés están relacionadas con dificultades para conseguir un
embarazo. Es bastante frecuente que parejas en las que no se llega a encontrar
una causa concreta de infertilidad y que recurren a tratamientos de
reproducción asistida, un tiempo después, sin ninguna ayuda médica, tengan
hijos de forma natural.
¿Cuáles son las últimas innovaciones sobre
fertilidad que ya se están utilizando? Las mujeres, de forma natural, ovulan un
solo óvulo en cada ciclo ovárico. Excepcionalmente ovulan 2 óvulos en un mismo
ciclo, por eso existen embarazos gemelares en condiciones naturales.
Habitualmente,
para poder llevar a cabo un tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV), es
necesario que la mujer reciba un tratamiento de estimulación ovárica con el fin
de conseguir un mayor número de ovocitos maduros para aumentar la efectividad
de la técnica. Esto no está exento de complicaciones, la más importante de
ellas es el síndrome de hiperestimulación ovárica que, aunque afortunadamente
no es muy frecuente, puede llegar a ser muy grave, requiriendo ingreso
hospitalario y a veces atención en Unidades de Cuidados Intensivos.
Actualmente, se están desarrollando técnicas que permiten extraer ovocitos inmaduros del ovario, sin necesidad de administrar un tratamiento agresivo de estimulación de los ovarios, y con medios de cultivo específicos, se consigue madurar estos óvulos en el laboratorio.
Esto, además, aumenta el confort para las mujeres,
ya que estos tratamientos suponen muchas veces 2 inyecciones subcutáneas
diarias durante 8-10 días.
Se estima que,
solo un 30 por ciento de los embriones que se generan, de forma natural o tras
FIV, tiene capacidad de implantar y dar lugar al nacimiento de un niño. En
estos momentos, también es posible detectar las sustancias que producen los
embriones mientras están en cultivo en la incubadora para poder determinar qué
embrión tiene mayor capacidad de implantar.
¿Hacia dónde se
dirigen las investigaciones que se están llevando a cabo relacionadas con la
fertilidad? Las técnicas de criopreservación (de congelación) de
espermatozoides, y embriones, pero sobre todo las de ovocitos y de tejido
ovárico, en concreto la corteza del ovario, que es la que contiene los
ovocitos, están ofreciendo resultados, que aunque todavía no son demasiado
efectivos, suponen un potencial muy considerable para la preservación de la
fertilidad.
Estas técnicas
son particularmente atractivas para personas que, por diversas circunstancias,
deciden postponer su maternidad o paternidad a edades en las que pueden
presentar dificultades o incluso incapacidad para lograr un embarazo y la
descendencia deseada, y también para personas que padecen un cáncer u otra
enfermedad grave cuyo tratamiento puede condicionar una pérdida irreversible de
células reproductoras
¿Llegará un momento en que no existan personas
infértiles o más bien la tendencia es la contraria? En todas las culturas y en
todas las épocas históricas hay referencias a la infertilidad.
Desde los
tratados más clásicos de medicina de la reproducción, las tasas de esterilidad
prácticamente no han cambiado. Se estima que aproximadamente el 15 por ciento
de parejas en edad reproductiva padecen esterilidad o infertilidad, esto es,
dificultad para conseguir un embarazo o para mantenerlo hasta el final.
En el momento
actual, se suma la condición de que, en las sociedades más desarrolladas, la
incorporación de la mujer al mercado laboral y a puestos cada vez de mayor
responsabilidad, tiene como consecuencia que la maternidad se posponga cada vez
a edades más avanzadas, y eso hace que en términos absolutos, el número de
parejas que demandan ayuda a los especialistas en técnicas de reproducción
asistida, esté aumentando. Además, en este mismo sentido, cada vez son mayores
el número de parejas que se establecen a edades en las que la reproducción
puede ser un verdadero problema (porque vienen de una pareja anterior,
separados, divorciados...), y que gracias al desarrollo de la reproducción
asistida, buscan ayuda para conseguir tener en común el hijo deseado.
Tanto los médicos como los poderes públicos e
incluso los medios de comunicación deberían emprender campañas activas que
favorecieran una reproducción saludable a edades adecuadas. Solo de esta manera
se lograría invertir la tendencia hacia la que vamos de retrasar la maternidad
y de aumentar los problemas de infertilidad en personas que, de otra forma, no
la padecerían.
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