Cuando
disfrutas una melodía es porque hay secuencia y coherencia entre sucesivas
notas.
El
compositor tuvo la magia de darle una identidad a notas diferentes
y el sonido es agradable.
Al mismo tiempo un compositor crea armonía con notas distintas
que suenan al mismo tiempo.
El
secreto está en valorar cada nota y en trabajar con la diferencia, en
lugar de rechazarla.
Puede decirse que un buen compositor ejercita la
tolerancia porque acepta y valora las diferencias.
Y lo mismo hace un director cuando logra la perfecta sincronía y
armonía de tan variados instrumentos en una sinfónica.
Piensa
en todo lo que ganas buscando armonía, abierto a la
concertación, no a la discusión.
Silencia tu ego, sé humilde y respeta ideas divergentes y
otros estilos de vida. Haz de tu vida una canción.
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