Pido por tus besos, por tu ingrata
sonrisa, y por esas bellas caricias que me llenan de alegría. Eres tú
mi felicidad. Solo pido que no me falles, que nunca te me vayas y
que jamás olvides que soy yo quien te ama, quien te espera, quien
te llora y quien te anhela.
Los minutos
y horas son un torbellino cuando me muero por besarte, por dormirme en tu boca. Me muero
por decirte que el mundo se equivoca al no ver lo que tenemos.
Pido por tu
ausencia, que me hace extrañarte y soñar contigo cuando más me haces falta.
Ojalá que cada mañana despiertes a mi lado, enredados en la cama, porque ay, ¡cómo me haces falta!
Soy yo
quien te espera, quien te llora, quien te anhela en cada rincón del día. Así que, aquí estoy, esperando
esos besos que me devuelvan al mundo. ¡Me muero por ti!
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