ES POSIBLE QUE LA IA DIVIDA LA POBLACIÓN EN 2 EXTREMOS: LOS QUE LA UTILIZAN PARA TODO Y LOS QUE LA IGNORAN?

 

Sí, es posible que la IA divida a la población en dos extremos, pero no sería un fenómeno totalmente nuevo: la historia ya ha mostrado divisiones similares frente a tecnologías transformadoras (electricidad, internet, smartphones).

Aquí algunos puntos clave para analizarlo:

 

 1. Los que la utilizan para todo

·    Personas, empresas y gobiernos que incorporan la IA en cada aspecto de la vida: trabajo, educación, salud, relaciones sociales.

·    Podrían volverse altamente dependientes: delegarían decisiones importantes a la IA.

·    Ventaja: mayor productividad, acceso a información y soluciones rápidas.

·    Riesgo: pérdida de criterio propio, vulnerabilidad a manipulaciones y dependencia tecnológica.

 

 2. Los que la ignoran o la rechazan

•   Poblaciones que por desconfianza, desconocimiento o motivos éticos/religiosos deciden no usar IA.

•   Ventaja: conservan autonomía, pensamiento crítico y menor dependencia tecnológica.

•   Riesgo: exclusión social y laboral, falta de competitividad, "analfabetismo digital".

 

 3. Efecto de polarización social

•   Podría surgir una brecha digital más profunda:

                     Quienes dominan la IA → poder económico, político y social.

                     Quienes la ignoran → marginación o resistencia cultural.

•   Algo similar ocurrió con el internet: quienes lo adoptaron crecieron en oportunidades, quienes no, quedaron rezagados.

 

 4. Posiciones intermedias

En realidad, lo más probable no es una división absoluta, sino grises:

•   Personas que la usan en algunos aspectos (trabajo, estudios) pero no en otros (vida espiritual, decisiones personales).

•   Sectores regulados que limitan su uso (educación, salud, derecho).

•   Grupos que promuevan un uso ético y equilibrado, evitando tanto la dependencia como el rechazo total.

 

 Conclusión:
Sí es posible una división en dos extremos, pero más realista es esperar una sociedad con niveles variados de adopción. El gran desafío será educar para que el uso de la IA no genere exclusión, sino que se convierta en una herramienta al servicio del bien común.

 

REFLEXIONES DE UN SACERDOTE CATÓLICO 

La inteligencia artificial es un don de la razón humana, permitida por Dios para el servicio del bien. Pero como todo regalo, también encierra un riesgo: dividirnos entre quienes la abrazan sin límites y quienes la rechazan con temor. El verdadero peligro no está en la máquina, sino en el corazón del hombre. El bien surge cuando usamos la IA para sanar, educar y construir justicia; el mal, cuando la usamos para dominar o excluir. No debemos caer en extremos, sino buscar el equilibrio. Recordemos que solo unidos, guiados por la verdad de Cristo, hallaremos paz

 

 

PODCASTS

 

GUÍA, ADICCIÓN Y ÉTICA DIGITAL

https://open.spotify.com/episode/2x6S5ETRbKCAZXb6aRrdPj

 Los textos giran en torno a la responsabilidad adulta en el mundo digital, enfocándose en la guía de los jóvenes y la adicción tecnológica. Un segmento clave enfatiza que la presencia de adultos —padres y educadores— debe ser un faro de guía proactiva basada en la confianza, la educación crítica y el establecimiento de límites, en lugar de la prohibición. Otro foco aborda la adicción a las redes sociales, ofreciendo estrategias prácticas para la desconexión consciente a través de la autoevaluación, la modificación de hábitos y la fricción digital. Finalmente, las fuentes abordan el posible impacto social de la Inteligencia Artificial, advirtiendo sobre una potencial división entre quienes la adoptan totalmente y quienes la ignoran, y promoviendo un uso ético y equilibrado de esta nueva tecnología. Las reflexiones de un sacerdote católico complementan estos temas, instando a usar la tecnología con sabiduría y priorizar el espíritu y la libertad sobre la esclavitud digital.