Cuando
Jeanette, de 32 años, se enteró de que su novio tenía un affaire por la
Internet, se sintió escandalizada, ofendida y (en los días
que siguieron a "la gran pelea) exhausta. "Lo confronté, y discutimos
por horas a grito limpio. Estuvimos a punto de romper, y yo me quedé
desmadejada toda la semana siguiente", dice.
La fatiga postpelea de Jeanette pudiera
deberse a una baja en la seratonina, sustancia química del cerebro que levanta
el ánimo. Según los
estudios, la depresión y la angustia interfieren con la producción de
serotonina, lo que perturba el sueño y causa sensación de agotamiento.
Enterarse no fue una sorpresa para Jeanette. "Era como si mi cerebro
estuviera demasiado cansado para enviarle al cuerpo mensajes que lo pusiera en
actividad".
Empezar una rutina de ejercicios suele
aumentar esas sustancias químicas (siempre que no te pases y acabes aún más
cansada), aunque la clave es recuperar la salud psicológica.
Es
normal sentirse mal luego de una ruptura o una pelea, pero si niegas tus
sentimientos o los entierras, seguirás cansada, sobre todo por la noche, cuando
las preocupaciones te mantienen despierta y alejan el sueño profundo y
reparador.
Así que lidia con el problema, pero no pienses
mucho en él, ya que le robarías a tu cerebro las sustancias químicas que
producen energía. Puedes seguir el ejemplo de Jeannette. "Al fin le conté
todo a una de sus mejores amigas", dice Jeannette. "En vez de expresar lástima, me
mostró un escondite en su computadora, que su novio había llenado de
pornografía, y , de pronto, nos estábamos riendo de algo que me había provocado
días de sufrimiento. Compartir mi problema no lo resolvió, pero me dio la
perpectiva necesaria, y dormí mejor esa novhe que en toda la semana
anterior".
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