No sé tú, pero yo no dejo de pensar en ti. Ni
un minuto me logro despojar de esos besos, de esos abrazos
que compartimos. Me acuerdo de lo bien que la pasamos la otra vez, y la verdad, ¡qué ganas de repetirlo!
No sé tú,
pero yo querría volver a
sentir ese cansancio delicioso que me dejaste. Esa noche que me
regalaste, llena de momentos
y besos construidos a base de risas y complicidad.
En serio,
te he comenzado a extrañar. En mi almohada, no paro de pensar en ti. A veces, entre mis amigos y
las calles, me pongo a buscarte, como si pudieras aparecer de la nada.
Cada amanecer, mis deseos no los puedo contener.
Es como si el insomnio me estuviera matando, porque cuando duermo, tu ausencia
se siente más fuerte. Me haces falta. Mucha falta. Y, la verdad, no sé tú, pero
yo solo quiero que vuelvas.

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