Que se quede el infinito sin estrellas o que
el ancho mar pierda su inmensidad, pero que el negro de tus ojos nunca muera
y el canela de tu piel se quede igual.
Si hasta el arcoíris perdiera su belleza y
las flores su perfume, no sería tan inmensa mi tristeza como la de
quedarme sin tu amor.
Te lo digo
así, en claro: me importas tú y tú y solamente tú.
Eres el sol que ilumina mis días, la razón por la
que me despierto con una sonrisa. Ojos negros y piel canela que me llegan a desesperar
de lo mucho que te quiero.
Sin ti, el mundo se vería vacío y gris. Así que
aquí estoy, gritando al universo: me importas tú, nadie más que tú. Porque en un mar de caras, tu
luz siempre es la que destaca. Así que, nunca lo olvides: tú eres lo que
hace girar mi mundo.

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