El amor no conoce de distancias, solo de anhelos. Te mando flores que recojo en el camino, un símbolo humilde pero cargado de la inmensidad de mis sentimientos. No puedo hablar contigo en este instante, y la distancia se levanta como un muro invisible, pero mis sueños son el puente donde nuestras almas se encuentran. Allí, entre la bruma del inconsciente, te envío besos que viajan en mis canciones, melodías silentes que solo tu corazón puede escuchar. Y en la quietud de la noche, cuando el mundo se aquieta, siento la maravillosa conexión de nuestros corazones, latiendo al unísono a pesar de los kilómetros.
Te vuelves a ir, sí, a veces la realidad nos arrebata esos instantes mágicos. Pero incluso en la ausencia, tu recuerdo es el sol que calienta mis mañanas frías. Tu sonrisa, esa imagen grabada en mi mente, es la luz que ilumina mi despertar. Mi niña linda, aunque no estés físicamente a mi lado, cada día te siento más cerca, como si la fuerza de mi amor acortara la distancia que nos separa.
Y entre mis sueños dormido, persisto en la dulce ilusión de hablar contigo, de sentirte tan real que casi puedo tocarte. Anhelo tenerte en mis brazos, escapar de esta irrealidad y abrazarte con la fuerza de mil océanos, para nunca más dejarte ir.
Quiero encontrarte en cada uno de mis sueños, que tus besos sean el despertar más hermoso. Porque para el amor verdadero, ningún lugar es lejano. Solo necesito que me dejes darte la mano, para caminar juntos, para tenerte siempre a mi lado. Mi niña, te lo juro con la certeza de cada latido, seré siempre tu amor, un faro constante en tu vida. No te vayas, por favor, quédate en la melodía de mis sueños, en la certeza de mi corazón.
Te mando flores que recojo en el camino, pequeños fragmentos de la belleza que me recuerdan a ti. Las envío entre mis sueños, porque allí las palabras fluyen sin barreras. Y ya estoy preparando no 1000, sino 10.000 palabras, un torrente de sentimientos, para convencerte de que a mi lado, cada instante será un reflejo de los sueños más hermosos que hemos compartido.
Y entre mis sueños dormido, la esperanza renace con cada intento de hablar contigo, de sentir tu presencia como una suave brisa. Anhelo ese abrazo que rompa la distancia, ese instante eterno donde podamos fundirnos en uno solo, sin la sombra de la separación acechando.
Quiero encontrarte en cada noche de ensueño, que tus besos sean la dulce melodía que me despierte a la vida. Porque cuando dos almas están destinadas, la distancia es solo una prueba, un desafío a superar. Déjame darte la mano, entrelazar nuestros destinos, para que mi amor sea tu refugio, tu puerto seguro. Mi niña, con cada fibra de mi ser te prometo, seré siempre tu amor incondicional, el eco constante de tu nombre en mi corazón. No te vayas, por favor, permíteme seguir soñando contigo, amándote en cada instante.
Te mando flores para que adornes tu casa, para llenar tu espacio de la alegría y el color que irradias. Que las más rojas, símbolo de la pasión, estén siempre a la entrada, recordándote la intensidad de mi amor. Cada mañana, al cuidarlas, recuerda que así de constante y vital es el amor que siento por ti. A cada una puedes ponerle un nombre, como si cada pétalo susurrara una promesa, un recuerdo compartido. Rosita linda, la más exuberante, puede representar la plenitud de nuestro amor. Y la margarita, delicada y fuerte, que se llame Ana, llevando contigo una parte de mi ser.
Te mando estas flores, no solo como un presente, sino como una extensión de mi alma, un recordatorio tangible de que mi corazón siempre estará contigo, sin importar la distancia.
Envíanos tus artículos a enpazyarmonia@gmail.com.
Google Ads
EL AMOR EN LOS DETALLES QUE NO VEMOS, PERO QUE SENTIMOS CON EL ALMA
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)

No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios