Buenas tardes distinguido
público, tengo el inigualable honor de presentarme ante ustedes para hablar de
un desapercibido tema del cual me he percatado en estos últimos días, el cual es
que hemos perdido la sensibilidad ante las pequeñas cosas que la vida nos
presenta.
Debo admitir frente a todos ustedes que cuando tomé conciencia de este
tema y como afecta en nuestra vida diaria me sentí un poco desorientado pues
como podría yo un solo hombre transmitir este mensaje a todos los demás y fue
cuando en esos momentos de incertidumbre llego a mí la idea de hacerlo llegar
mediante un discurso en el cual comenzara embarcando ejemplos de las pequeñas
cosas que pasan en nuestra vida de manera fugaz a tal grado que solo las
ignoramos, pero la
pregunta era en si ¿Qué son las pequeñas cosas de la vida?.
Reflexione durante mucho tiempo esta pregunta y su respuesta es nada más que son todos aquellos
momentos, sensaciones y sentimientos únicos que suceden de manera inesperada en
nuestra vida, los cuales deberían ser más preciados que cualquier cosa material
en el mundo, una sonrisa, un abrazo, un beso e incluso una simple palabra de
aliento deberían bastarnos para ser felices, pero lamentablemente crecimos y
vivimos en una sociedad que da un valor más alto a lo material que a las cosas
que nos hacen ser humanos, sabemos con seguridad el valor de un pedazo de
papel, una roca o un trozo de metal llamados “preciosos”, pero acaso
sabemos con seguridad lo que cuesta una sonrisa un abrazo, la respuesta es no
señores pues que son esas
pequeñas cosas que nos regala la vida día a día sin pedirnos nada a cambio más
que solamente el aceptarlas y disfrutarlas para nuestra felicidad, solo
esta respuesta nos lleva al reflexionar y el saber que el amar y valorar a
todas esas pequeñas cosas de la vida sobre todo lo material, pues ya que lo
material se destruye o perdura después de nosotros y lo único en esta vida que vale la pena apreciar son esas
pequeñas cosas que la vida nos ofrece ya que son lo único que nos llevan a
trascender en esta vida.
No dejen pasar y olvidar a esas
pequeñas cosas qué la vida nos regala aunque sean fugaces pues ya que son lo
único que en realidad en este mundo material le da sentido a nuestras vidas, me despido de
ustedes con la siguiente frase
"La desvalorización del mundo
humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas."
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