Me duele cada día cuando no te veo, y aunque sé que fui yo quien te hizo
mal, también sé que el amor que vivimos no se borra con un “lo siento”.
Me hace falta tu risa, tu voz, tus manos… tu alma pegada a la mía.
No hay un solo amanecer en el que no desee volver a verte, volver a esa playa donde las olas aplaudían
lo que el viento nos susurraba al oído: que lo nuestro era único, era fuerte, era verdad.
Sí, cometí errores. Pero también amé con el alma, y ese amor aún vive en
mí.
Por eso te busco entre
canciones, entre recuerdos, entre promesas no cumplidas.
Te busco, porque nadie me toca el alma como tú. Porque nadie despierta
mi corazón como tú lo hacías.
Quiero volver a tenerte cerca, y que la ropa se caiga como caen los miedos
cuando el amor es real.
Quiero mirar tus ojos y que entiendas sin palabras que me arrepiento, y
que todo lo que siento… sigue intacto.
No existe nada tan fuerte como tú y como yo.
Y si el destino nos da otra oportunidad, volveré a enamorarte.
Porque el amor no es perfecto,
pero cuando es
verdadero, lucha, se cae y se levanta mil veces.
Y yo... volvería mil veces a ti.
Reflexión final: El amor no es perfecto, pero cuando es verdadero, merece una segunda oportunidad. Si este mensaje te llegó al alma, es porque tú también has sentido que sin esa persona, el mundo pierde su color.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios