Los matrimonios duraderos se basan en emociones
que los consortes no son capaces de expresar
Los amores duraderos son aquellos en los que uno
tiene desde el inicio sentimientos positivos hacia su pareja que no es capaz de
expresar y de los que a veces ni tan sólo es consciente. En cambio, los novios que saben explicar
por qué la persona con quien se casan es la ideal para ellos no tienen ninguna garantía de
que la relación funcione a largo plazo. Es la conclusión a la que ha
llegado una investigación de la Universidad de Florida (EE.UU.) que ha
analizado la evolución de 135 matrimonios desde poco después de la boda hasta
cuatro años más tarde.
Ante estos
resultados, "tal vez
las personas quieran prestar más atención a lo que sienten en sus
entrañas", ha declarado el psicólogo James McNulty, primer autor de
la investigación, en un comunicado. "Si consiguen darse cuenta de que sienten que hay algún problema,
tal vez les beneficie explorarlo".
El estudio
se ha basado en 270 personas de Tennessee que se casaron entre junio del 2006 y
octubre del 2007. Cada
seis meses, y durante cuatro años, accedieron a explicar a los investigadores
si estaban más o menos satisfechos con su matrimonio, así como a hablar de los
problemas que habían surgido en su relación de pareja. Asimismo, se les
pidió que contestaran a un cuestionario sobre cómo iba su matrimonio.
Según los
resultados que se presentan hoy en la revista Science, nada de lo que los participantes dijeron al
principio de su matrimonio mostró ninguna relación con los problemas que
aparecieron después ni con el riesgo de divorcio. Ni los más entusiastas
tuvieron menos problemas ni los que expresaron reservas tuvieron más.
Los resultados importantes aparecieron cuando se
analizaron las respuestas emocionales inconscientes de los participantes en el
estudio hacia sus parejas. Para analizarlas, se les hizo un test en que aparecían palabras como
fantástico, bonito, horrible o asqueroso en una pantalla, y debían indicar lo
más rápido posible si la palabra era positiva o negativa.
Se trata de un test sencillo, pero en este caso se
hizo aparecer en la pantalla una foto de su pareja durante tres décimas de
segundo antes de algunas palabras. La foto tiene la virtud de modificar el tiempo de respuesta ante las
palabras. Si una persona experimenta emociones muy positivas hacia su pareja,
aunque no sea capaz de verbalizarlas, responde muy rápidamente a las palabras
positivas y más lentamente a las negativas, porque su cerebro debe gestionar la incoherencia entre la
valoración positiva de la imagen y la valoración negativa de la palabra.
Pero si las reacciones emocionales automáticas hacia la pareja no son tan
buenas, se responde más
lentamente ante las palabras positivas y más rápido hacia las negativas.
De este
modo, los investigadores
pudieron evaluar las reacciones emocionales no conscientes de los consortes al
principio de su matrimonio. Un primer resultado sorprendente es que no
hay relación entre lo que las personas dicen que sienten y sus reacciones
emocionales no conscientes. "Todo
el mundo quiere tener un buen matrimonio, y al principio muchas personas son
capaces de convencerse a sí mismas a nivel consciente de que lo tienen",
explica McNulty.
Pero el resultado clave del estudio es que son
estas reacciones no conscientes las que predicen mejor si a la pareja le irá
bien en los años siguientes. Según los investigadores, estas emociones positivas no conscientes
hacen que la pareja sea menos vulnerable a las situaciones negativas que
inevitablemente aparecen en toda relación.
Oxitocina, la hormona de la fidelidad
La hormona oxitocina favorece que los hombres se sientan más atraídos por su pareja que por otras mujeres, según una investigación de la Universidad de Bonn (Alemania) presentada en la revista PNAS. Estudios anteriores han demostrado que la oxitocina regula vínculos emocionales estrechos como el de una madre por un bebé o el de una pareja al hacer el amor. La nueva investigación se ha basado en jóvenes con pareja estable que llevaban una media de tres años de noviazgo y que decían estar enamorados. A todos ellos se les han mostrado imágenes de mujeres atractivas entre las que había fotos de sus novias. Aquellos a los que se ha administrado oxitocina han experimentado una actividad febril en regiones del cerebro que regulan el placer y la gratificación cuando han visto imágenes de su novia, pero no ante imágenes de otras mujeres. En cambio, aquellos que no han recibido oxitocina no han experimentado sensaciones tan positivas al ver fotos de su novia. “Nuestros resultados –concluyen los investigadores– sugieren que la oxitocina contribuye a los vínculos amorosos al hacer que los hombres perciban a su pareja como más atractiva”
La hormona oxitocina favorece que los hombres se sientan más atraídos por su pareja que por otras mujeres, según una investigación de la Universidad de Bonn (Alemania) presentada en la revista PNAS. Estudios anteriores han demostrado que la oxitocina regula vínculos emocionales estrechos como el de una madre por un bebé o el de una pareja al hacer el amor. La nueva investigación se ha basado en jóvenes con pareja estable que llevaban una media de tres años de noviazgo y que decían estar enamorados. A todos ellos se les han mostrado imágenes de mujeres atractivas entre las que había fotos de sus novias. Aquellos a los que se ha administrado oxitocina han experimentado una actividad febril en regiones del cerebro que regulan el placer y la gratificación cuando han visto imágenes de su novia, pero no ante imágenes de otras mujeres. En cambio, aquellos que no han recibido oxitocina no han experimentado sensaciones tan positivas al ver fotos de su novia. “Nuestros resultados –concluyen los investigadores– sugieren que la oxitocina contribuye a los vínculos amorosos al hacer que los hombres perciban a su pareja como más atractiva”
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