Hay
miradas que nos miran sin mirar
sin
hablar, sin brillar, sin decir nada.
Hay miradas sufridas, solitarias
y hay miradas desiertas, sin mirada.
Hay miradas errantes, extraviadas
que dejaron de mirar y de buscar.
Hay miradas carentes de destinos
y hay miradas agotadas de esperar.
Hay miradas colmadas de reproches
que miran lo que siempre padecieron.
Hay miradas que dejaron de juzgar
y hay miradas que obviaron lo que vieron
Hay miradas inicuas, traicioneras
que
simulan cuando tienen que llorar.
Hay miradas que callan las miradas
y hay miradas que dejaron de ayudar
Hay miradas cobardes desconfiadas,
que miran sin mirar nunca de frente
Hay miradas vacías insensibles
y hay miradas sin ver lo suficiente.
Hay miradas heridas que perdonan
que redimen cuanto pueden redimir.
Hay miradas que esperan un indulto
y hay miradas que dejaron de pedir
Hay miradas que miran el pasado
intentando atisbar lo que han vivido
Hay miradas que guardan sus secretos
y hay miradas que dicen lo que han sido.
Hay miradas que traslucen su dolor
y revelan en sus ojos soledad.
Hay miradas aliviadas por llorar
y hay miradas que encontraron su verdad.
Hay miradas que destellan amistad
que derraman ternura y fantasías.
Hay miradas que guían nuestras noches
y hay miradas que alumbran nuestros días.
Hay miradas que florecen por amor
y miran con piedad y con grandeza
Hay miradas que no dejan de dar luz
y
hay miradas que borran la tristeza
Hay miradas sin mal ni competencia,
que destellan su luz con dulces guiños
Hay miradas que incitan la sonrisa
y hay miradas que miran como niños.
Hay miradas afables, seductoras
que
generan recíprocos sonrojos.
Hay miradas que iluminan al mirar
Y hay miradas que son para tus ojos…
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