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¿CÓMO SUPERAR EL MIEDO Y EL DESAMOR QUE CAUSAN ENFERMEDADES?


 La paz está a tus pies: ¡La paz es el camino!

Dicen que la primera vez que respiras resulta dolorosa. Y es que esa primera respiración, sumada a las demás circunstancias del parto, causa un trauma –el llamado trauma del nacimiento- del cual puedes tardar toda una Vida en recuperarte.

Según haya sido nuestro nacimiento, así será nuestra manera de relacionarnos. Al tomar consciencia de nuestros guiones de nacimiento, podemos elegir ver la Vida de manera diferente, dejando atrás el trauma que sufrimos.
 
La relación entre emoción y enfermedad es hoy en día una ciencia.
 
Apenas salimos del útero, padecemos variadas formas de violencia.
Después de nueve meses en un ambiente cálido y que flotas en un suave estanque de líquido, sin haber visto la luz y en un instante emerges a la áspera realidad del quirófano, sin previo aviso, la temperatura baja a 12 grados centígrados; colgando patas arriba, recibes una palmada en la nalga para avivar tu llanto, la luz hiere tus pupilas con focos de cien vatios o más y puede que  manipulen tu cabeza con enérgicos fórceps.
 
Ahí te toca tomar la primera decisión trascendente de tu Vida: respirar o no respirar. Tus pulmones están listos, perfectamente formados… pero hasta ese instante, jamás has hecho uso de ellos. ¡Eres la persona más vulnerable del Universo!
 
Esa primera respiración, sumada a las demás circunstancias del parto, causa un trauma –el llamado trauma del nacimiento- del cual puedes tardar toda una Vida en recuperarte.
 
Viene la dolorosa sensación de pedir y recibir ayuda
 
Desde pequeños nace la visión de la Vida basada en el dolor, la lucha y la culpa
 
Tienes que aprender desde pequeño las virtudes del trabajo, la perseverancia y el Amor a la familia
 
Comienzas a construir tu visión del mundo a partir de escuchar dichos y refranes tales como: “Todo lo bueno en la Vida sólo se obtiene a cambio de un gran sacrificio”, "Lo que por agua viene, por agua se va"; "El traidor fue antes tu mejor amigo", "Piensa mal para que te salgan las cosas bien"; "El que es feliz es porque está loco"; "Dios es bueno pero mata gente", "Fuera de la familia, nadie te ama", "Ojo por ojo, diente por diente",  "La felicidad está hecha de pocos y contados instantes".
 
Simplemente nuestros padres nos enseñaron lo que habían aprendido en el Camino.
 
Por eso, no es raro que desde pequeños comiencen a aparecer enfermedades como ataques de asma, dolores de cabeza, ahogos, desmayos y muchos síntomas que solo son solo el producto del miedo en cuerpo y Alma (El desamor en acción).
 
Enfermedades que no son de pasta. Ningún remedio las cura.
 
Poco a poco vas descubriendo el Secreto...
Y experimentas una Paz que nunca había sentido antes…
Escuchas la Voz del Silencio…
Cesan los pensamientos neuróticos, el terror al malfuncionamiento del cuerpo y el pánico que sentías desaparece.
 
Este estado de conciencia puede venir en cualquier momento: En el gimnasio; en la cocina al preparar su plato favorito; cuando pintas un óleo, das una caminada, conduces por la carretera, elaboras una artesanía, subes a la montaña, contemplan el atardecer; tras la ardua jornada de trabajo; quizás cuando leen un libro excelente, escuchan una tu canción favorita… y entras en una plegaria silenciosa o en un estado de meditación.
 
Descubres que la percepción de enfermedad desaparece y recuperas tu salud y tu poder personal.
 
Comienzas a ver con claridad el Camino de la Vida.
 
Tus plegarias hechas de movimiento, concentración y del sudor comienzan a dar frutos.
 
Nuestras oraciones comienzan a tomar forma y adquieren una forma única. Descubrimos nuestra forma de comunicarnos con Dios desde nuestra intimidad y a nuestra manera, donde experimentamos la conciencia de Unidad con Dios.
 
¿Qué ocurrió? Ahora simplemente, nos conocemos mejor nosotros mismos y descubrimos nuestra senda personal de oración y de sanación. La mejor forma de encontrarnos con Dios.
 
Descubrimos que el mejor camino de comunicarnos con Dios está dentro nosotros mismos. "Quien se conoce a sí mismo, conoce a Dios". "Quien elige el Sí Mismo, el Sí Mismo le revela su intimidad".
 
"No busques el Camino de la Paz lejos: el Camino siempre está a tus pies".

SÍ: ¡PORQUE LA PAZ ES ACEPTAR EL CAMINO QUE TE HA TOCADO CONSTRUIR Y RECORRER!
 
La paz está a tus pies: ¡La paz es el camino!

Dicen que la primera vez que respiras resulta dolorosa. Y es que esa primera respiración, sumada a las demás circunstancias del parto, causa un trauma –el llamado trauma del nacimiento- del cual puedes tardar toda una Vida en recuperarte.

Según haya sido nuestro nacimiento, así será nuestra manera de relacionarnos. Al tomar consciencia de nuestros guiones de nacimiento, podemos elegir ver la Vida de manera diferente, dejando atrás el trauma que sufrimos.

 

La relación entre emoción y enfermedad es hoy en día una ciencia.

 

Apenas salimos del útero, padecemos variadas formas de violencia.

Después de nueve meses en un ambiente cálido y que flotas en un suave estanque de líquido, sin haber visto la luz y en un instante emerges a la áspera realidad del quirófano, sin previo aviso, la temperatura baja a 12 grados centígrados; colgando patas arriba, recibes una palmada en la nalga para avivar tu llanto, la luz hiere tus pupilas con focos de cien vatios o más y puede que  manipulen tu cabeza con enérgicos fórceps.

 

Ahí te toca tomar la primera decisión trascendente de tu Vida: respirar o no respirar. Tus pulmones están listos, perfectamente formados… pero hasta ese instante, jamás has hecho uso de ellos. ¡Eres la persona más vulnerable del Universo!

Esa primera respiración, sumada a las demás circunstancias del parto, causa un trauma –el llamado trauma del nacimiento- del cual puedes tardar toda una Vida en recuperarte.

 Viene la dolorosa sensación de pedir y recibir ayuda

 Desde pequeños nace la visión de la Vida basada en el dolor, la lucha y la culpa

 Tienes que aprender desde pequeño las virtudes del trabajo, la perseverancia y el Amor a la familia

 Comienzas a construir tu visión del mundo a partir de escuchar dichos y refranes tales como: “Todo lo bueno en la Vida sólo se obtiene a cambio de un gran sacrificio”, "Lo que por agua viene, por agua se va"; "El traidor fue antes tu mejor amigo", "Piensa mal para que te salgan las cosas bien"; "El que es feliz es porque está loco"; "Dios es bueno pero mata gente", "Fuera de la familia, nadie te ama", "Ojo por ojo, diente por diente",  "La felicidad está hecha de pocos y contados instantes".

Simplemente nuestros padres nos enseñaron lo que habían aprendido en el Camino.

Por eso, no es raro que desde pequeños comiencen a aparecer enfermedades como ataques de asma, dolores de cabeza, ahogos, desmayos y muchos síntomas que solo son solo el producto del miedo en cuerpo y Alma (El desamor en acción).

 Enfermedades que no son de pasta. Ningún remedio las cura.

Poco a poco vas descubriendo el Secreto...

Y experimentas una Paz que nunca había sentido antes…

Escuchas la Voz del Silencio…

Cesan los pensamientos neuróticos, el terror al malfuncionamiento del cuerpo y el pánico que sentías desaparece.

 Este estado de conciencia puede venir en cualquier momento: En el gimnasio; en la cocina al preparar su plato favorito; cuando pintas un óleo, das una caminada, conduces por la carretera, elaboras una artesanía, subes a la montaña, contemplan el atardecer; tras la ardua jornada de trabajo; quizás cuando leen un libro excelente, escuchan una tu canción favorita… y entras en una plegaria silenciosa o en un estado de meditación.

 Descubres que la percepción de enfermedad desaparece y recuperas tu salud y tu poder personal.

Comienzas a ver con claridad el Camino de la Vida.

Tus plegarias hechas de movimiento, concentración y del sudor comienzan a dar frutos.

Nuestras oraciones comienzan a tomar forma y adquieren una forma única. Descubrimos nuestra forma de comunicarnos con Dios desde nuestra intimidad y a nuestra manera, donde experimentamos la conciencia de Unidad con Dios.

 Qué ocurrió? Ahora simplemente, nos conocemos mejor nosotros mismos y descubrimos nuestra senda personal de oración y de sanación. La mejor forma de encontrarnos con Dios.

Descubrimos que el mejor camino de comunicarnos con Dios está dentro nosotros mismos. "Quien se conoce a sí mismo, conoce a Dios". "Quien elige el Sí Mismo, el Sí Mismo le revela su intimidad".

 "No busques el Camino de la Paz lejos: el Camino siempre está a tus pies".

SÍ: ¡PORQUE LA PAZ ES ACEPTAR EL CAMINO QUE TE HA TOCADO CONSTRUIR Y RECORRER!

 

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