No
es por azar o por un karma que muchas personas conviven años con una enfermedad
o una parálisis.
Un alma puede venir a la Tierra con esta exigente misión de
vida: ser un maestro para muchos a través de un supuesto mal.
Esa ardua Misión de vida es para que esa alma evolucione
más y enseñe valiosas lecciones a otros.
Se
necesita coraje para elegir esa Misión con Dios y vivirla
acá con aceptación, fe y paciencia.
Como dijo un sabio: "Avanza mucho
aquel que asume desde el
cielo o La Luz una vida enfermiza".
Ese
ser lindo irradia amor, claridad y dignidad
a los que andan seducidos por lo aparente.
De hecho el éxito, la belleza, la fama y el poder suelen alejar a
las personas de su ser y del amor.
Un
enfermo amoroso cumple la misión de ‘indicador' o ‘despertador'
hacia estas personas.
Es
una ‘guía' hacia la verdad y la claridad, ya que la verdad
no implica perfección, sino amor
y aceptación por todo lo que hay.
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