Tememos a la muerte por las creencias. Para algunos Dios es un sádico
que se lleva los seres amados y, acaso, los envía a un infierno de fuego.
Para otros la culpa es su constante
verdugo y asocian la muerte a juicio implacable, castigo eterno, soledad y
oscuridad.
La muerte es una feria del terror para millones de personas debido a la funesta
labor de ciertos predicadores inescrupulosos.
Libérate y cambia los conceptos que
tienes de Dios y de la muerte.
Según como la asumas es un doloroso o amoroso paso entre vidas.
Dios es amor y no hay que temer
encontrarse con Él.
Dios solo ama y no juzga, ni condena, comprende sin medida.
Las
imágenes bíblicas del juicio y el infierno son humanas y hay que entenderlas sin interpretarlas al pie de la
letra.
Es
cierto que cada cual
recoge lo que siembra, pero creer en un castigo eterno es ofender a un
Padre amoroso.
La muerte no es sombra, es luz; no es
fin, es un nuevo comienzo;
no es soledad, es encuentro.
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