Revelaciones
dadas a un alma a quien Jesús le llama Agustín del Divino Corazón.
“La Iglesia pasará por una horrorosa crisis”
La Virgen María, en La Salette (Francia) -1846.
“Sacerdotes contra sacerdotes, Obispos contra Obispos, Cardenales contra
Cardenales”
Estaba previsto, anunciado y reconfirmado. Esta
horrorosa crisis en la Iglesia es la crisis del mundo y la postmodernidad y que
afectan e infectan todo, la moral, las costumbres, las artes y la misma
teología, sembrando confusión división y contienda
Alcohol, droga, sectas, falsa liberación femenina,
apostasía, crisis moral, ecocatástrofe, egocatástrofe y una Iglesia en una
horrorosa crisis.
No te escandalices
porque te ataquen o te marginen.
Jesús anunció la destrucción de Jerusalén, y se
cumplió.
Si no
obedeces te irá mal, lo repite la Biblia insistentemente y el mismo Jesús nos
anunció el castigo sobre el mundo, por su iniquidad y apostasía
Toda
Teología que se salga de la Biblia, es mala
Habla la
Virgen del castigo final infligido por el Padre al mundo, con una lluvia de
fuego, un diluvio de fuego en donde “los vivos envidiaran a los muertos”.
Con una
lluvia de fuego y azufre, y en una época similar de maldad y apostasía, en que
nadie se dio cuenta de nada, ni hizo eco a las advertencias. “Así será”.
Oh Dios, que dolor causa ver el mundo caminando aprisa a su propia
destrucción. Los signos son tan patentes, tan claros. El crecimiento de la iniquidad,
la difusión de errores, son signos tan evidentes de esa Segunda Venida que
profesamos en la Liturgia, pero que muchos niegan o no aspiran. Y es aquí donde
entra Dios en su etapa final y escoge pequeños ignorantes, débiles, y habla.
Dios es infinito y humilde y lanza sus
advertencias en los humildes.
Falsa
Iglesia, impostor, falso Papa, solio de Pedro vacío, cercanía de su Segunda
Venida, falsas doctrinas, crisis, aumento de calamidades, colapso económico,
guerra civil en EEUU y muchas cosas más.
No hace
nada Dios sin advertirlo a través de sus siervos los profetas.
El problema
del mundo actual es la trivialización de la Fe, el racionalismo y la
psicologización de la Teología, que trata de explicar lo sobrenatural. Creemos en Dios pero no le
creemos a Dios. Todo sucederá como lo ha descrito.
Viene esa
sucesión de tsunamis, terremotos, incendios, apostasía, armamentismo etc., y
nos hacemos, lo que los psicólogos llaman la negación. No queremos ver y por lo
tanto entender, los signos de los tiempos. Juan Bautista terminó degollado y Jesús crucificado.
Hay muchas
señales que indican ser ésta una de las épocas más decisivas de la humanidad…Es
tiempo de urgente, de urgentísima acción. Ha llegado la hora del no habrá más
tiempo. Los buenos para hacer el bien y los malos para hacer
el mal. ¡Son tantas ya las señales de tu
próxima venida, Señor…”.
Una gran
cantidad de la comunidad secular cristiana y que la sociedad del mundo se dan
cuenta que estamos en este momento enfrentando la confrontación final entre la Iglesia,
la anti-iglesia y el Anticristo. Esta confrontación es parte de la voluntad de
la Providencia Divina.
Es un
desafío que la Iglesia debe afrontar valientemente”. Los cristianos católicos
no podemos ignorar la Biblia,
y al final quita
toda iniquidad del planeta y reinicia su Plan perfecto: una bella y santa
nación y será la paz, la justicia y el amor entre todos con un solo rebaño y un
solo pastor.
Veremos el cisma que se aproxima, el falso profeta
o pontífice, la Iglesia falsa, pero al final ¡Aleluya!. Los Cielos Nuevos y la
Tierra Nueva, un mundo feliz.
Dios creó
al hombre a su imagen y semejanza y el hombre de hoy, ha creado su propio dios
a su imagen y semejanza e inventando una fe light, en donde todo es permitido,
tentando y desafiando a Dios; pero la copase está rebosando numerosas veces.
y al final
el día de la justicia y después su plan de Amor al restaurarlo todo y levantar
ese pequeño resto que haya permanecido fiel, y ese nuevo mundo y esos cielos
nuevos. ¡Aleluya!
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno
y llevad al cielo todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra
misericordia. Dios mío yo creo, adoro, espero y os
amo, y os pido perdón por los que no creen, no adoran, no
esperan y no os aman. Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os
adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Tabernáculos del
mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias
con los cuales es ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de
Jesús y del Corazón Inmaculado de María os pido por la conversión de los pobres
pecadores.
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