El querer es una emoción compleja que puede
ser difícil de entender. A menudo se
refiere al deseo de algo o alguien, y puede ser una fuerza impulsora importante en nuestras
vidas. El querer puede ser
positivo, como el deseo de tener una relación amorosa saludable, o negativo, como el deseo de venganza. A
menudo, el querer está relacionado con el anhelo y la necesidad, y puede ser el origen de muchos
conflictos internos y externos. El proceso de reflexionar sobre nuestros deseos y necesidades puede
ayudarnos a entender nuestros motivos y a tomar decisiones más informadas y
saludables.
REFLEXION
Una
señora le dijo a una sicóloga que su marido no la quería y, entre otras, le dio
esta prueba:
“Cuando le pregunto si me quiere me dice que sí y mientras tanto mira hacia el
techo. O sea que me quiere poquito”.
A esa misma profesional le dijo otra señora que en su casa no hay comunicación
en pareja, sino información en pareja.
Sólo hablan del clima, el país, la actualidad y
de hechos banales, nunca de sí mismos y de temas valiosos.
Si usted se ve reflejado en estas anécdotas busque salidas porque el tiempo
empeora los tumores.
Es absurdo que las parejas dejen su relación al
garete en lugar de buscar soluciones a tiempo.
Hay muchas maneras de salvar una relación y aquellos que las usan lo agradecen
de corazón.
El amor nunca muere si usted lo alimenta,
perdona, persevera, es creativo, detallista y se acerca a Dios.
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