El amor es un sentimiento complejo que puede
tener un gran impacto en nuestras vidas. El amor puede referirse a varias cosas, como el amor romántico, el amor
familiar, el amor por uno mismo y el amor por la humanidad. El amor puede ser una fuerza impulsora
para el bienestar y la felicidad, y puede ayudarnos a superar los desafíos y las
dificultades en la vida.
El amor propio, es importante porque es la
base de la salud emocional y ayuda a construir relaciones saludables. el amor propio es una
forma de respeto y cuidado
hacia uno mismo, se relaciona con la autoestima y la autoaceptación.
El amor a los demás, es fundamental en la
construcción de relaciones interpersonales saludables y en la formación de
comunidades fuertes. El
amor a los demás también puede ayudar a promover la empatía y la compasión, lo que puede conducir a un mundo
más compasivo y justo.
En
términos generales el amor
puede ser una fuerza positiva en nuestras vidas, puede ayudarnos a crecer, a
desarrollarnos, a enriquecer nuestras relaciones y a encontrar significado y
propósito en la vida, no sólo en las relaciones interpersonales sino en
todas las áreas de la vida.
REFLEXION
Cada 4 de octubre se recuerda en la fe a Francisco de Asís, uno de los seres más extraordinarios y buenos que han pasado por este plano.
Se fue al cielo o La Luz a los 44 años, en 1226, después de enseñar con su vida emblemática a amar a Dios y a todas las criaturas.
No estaríamos acabando con la naturaleza si como él tratáramos al agua, el verde y los animales como hermanos: Hermana agua, hermano lobo.
Su desapego fue proverbial y por eso dijo: Cada vez deseo más poco, y lo poco que deseo lo deseo poco.
Su preciosa plegaria de la paz hecha vida nos tendría como felices en la fraternidad y no asediados por la violencia.
¡Ah, qué bendición dedicarnos a ser instrumentos de paz y sembrar amor donde hay odio, perdón donde hay ofensa, y fe donde hay duda!
Todo en la vida florece y se ilumina si nos preocupamos más por amar y comprender que por ser amados y comprendidos.
Ojalá hoy leas algo de él y sobre él. Pocas personas han vivido de mejor modo el ideal evangélico que trazó Jesús como lo hizo el Hermano Universal.
Dijo: "La verdadera enseñanza que transmites es lo que vives; y solo eres buen predicador si practicas lo que dices".
Cada 4 de octubre se recuerda en la fe a Francisco de Asís, uno de los seres más extraordinarios y buenos que han pasado por este plano.
Se fue al cielo o La Luz a los 44 años, en 1226, después de enseñar con su vida emblemática a amar a Dios y a todas las criaturas.
No estaríamos acabando con la naturaleza si como él tratáramos al agua, el verde y los animales como hermanos: Hermana agua, hermano lobo.
Su desapego fue proverbial y por eso dijo: Cada vez deseo más poco, y lo poco que deseo lo deseo poco.
Su preciosa plegaria de la paz hecha vida nos tendría como felices en la fraternidad y no asediados por la violencia.
¡Ah, qué bendición dedicarnos a ser instrumentos de paz y sembrar amor donde hay odio, perdón donde hay ofensa, y fe donde hay duda!
Todo en la vida florece y se ilumina si nos preocupamos más por amar y comprender que por ser amados y comprendidos.
Ojalá hoy leas algo de él y sobre él. Pocas personas han vivido de mejor modo el ideal evangélico que trazó Jesús como lo hizo el Hermano Universal.
Dijo: "La verdadera enseñanza que transmites es lo que vives; y solo eres buen predicador si practicas lo que dices".
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