VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA GLOBALIZACIÓN

        

La globalización tiene una serie de ventajas y desventajas que impactan en diferentes aspectos sociales, económicos, culturales y políticos:

Ventajas:

Crecimiento económico: La globalización ha facilitado el crecimiento económico al permitir mayores oportunidades de comercio internacional, inversión extranjera y acceso a nuevos mercados.

Mayor interconexión: Ha acercado a personas y culturas de todo el mundo, fomentando el intercambio cultural, el entendimiento intercultural y la diversidad.

Desarrollo tecnológico: La globalización ha impulsado avances tecnológicos significativos al facilitar la difusión rápida de conocimientos e innovaciones en todo el mundo.

Acceso a bienes y servicios: Ha aumentado el acceso a una amplia gama de bienes y servicios, permitiendo a las personas disfrutar de productos de diferentes lugares y a precios competitivos.

Mejora en estándares de vida: En algunas regiones, la globalización ha contribuido a elevar los estándares de vida al crear oportunidades de empleo y mejorar la calidad de vida.

Desventajas:

Desigualdades económicas: La globalización ha exacerbado las desigualdades económicas entre países desarrollados y en desarrollo, así como dentro de los propios países.

Pérdida de empleos locales: La competencia global puede llevar a la pérdida de empleos locales debido a la externalización y deslocalización de industrias hacia regiones con mano de obra más barata.

Homogeneización cultural: A pesar de promover la diversidad cultural, también ha dado lugar a la influencia dominante de ciertas culturas y estilos de vida, lo que puede llevar a la pérdida de identidad cultural local.

Explotación laboral: En algunos casos, la globalización ha llevado a la explotación laboral, especialmente en industrias donde se prioriza la reducción de costos.

Impacto ambiental: El aumento del comercio internacional ha llevado a mayores emisiones de carbono y a la degradación ambiental debido al transporte de bienes a largas distancias.

La globalización es un fenómeno complejo con impactos diversos, y su evaluación generalmente depende del contexto específico en el que se analice.

Desde hace unos años, la globalización es un tema altamente controvertido, lo cual no significa que no tenga muy remotos antecedentes. Históricamente, se remontaría a por lo menos 1494, cuando España y Portugal firmaron el Tratado de Tordesillas. Según el cual, con un círculo completo de meridiano de 360 grados, se repartieron el globo; en dos mitades, pasando a depender de Lisboa todo el hemisferio oriental, y de la Corte de Isabel II y Fernando V el occidental.

Ese acuerdo, naturalmente, no fue reconocido por las otras potencias europeas, que bien se ocuparon de erosionar las áreas que ambos países ibéricos se habían arrogado. Sobre todo, desde que en 1580 Felipe II se ciñera la corona lusitana, dando así la sensación de que se iba camino de un poder universal.

Además de lo anterior, hubo, en lo económico, auténticas premoniciones de lo que sería la globalización. Así lo dio a entender Adam Smith, quien en su "Riqueza de las Naciones" subrayó las ventajas de un comercio planetario sin barreras, que había de permitir aprovechar plenamente las ventajas de la división del trabajo. En la misma línea, un siglo después, Karl Marx se referiría a lo que ya se caracterizaba como un mercado universal, no sólo para el comercio, sino también para las finanzas.

En tiempos más cercanos, mediando el siglo XX, dos grandes profetas anunciaron la globalización desde otros enfoques: el primero, Pierre Theilard de Chardin, al predecir que llegaría haber una noosfera, o envoltura pensante de la Tierra, por la comunicación de todos entre sí; y el segundo, Marshall McLuhan, quien supo visionar la aldea global merced a la difusión de los medios audiovisuales.

Tras las premoniciones consideradas, puede decirse que el movimiento de globalización a que estamos refiriéndonos, se manifiesta actualmente, con la más alta intensidad, en tres planos interconectados -político, económico y ecológico.

Nota: Si se quiere que los avances de la globalización sean en pro del mejoramiento, sin que disminuya el bienestar de nadie, es necesario la intervención de los gobiernos y de los organismos internacionales, buscando el consenso de la población (mediante el referéndum y el plebiscito). Se requiere implementar una democracia participativa de todos los habitantes del planeta a través de Internet, donde se que definan las medidas a adoptar, buscando redistribuir los beneficios y compensar a los perjudicados, emprendiendo proyectos de solidaridad y desarrollo, negociando las condiciones de los acuerdos en los campos laboral y comercial, invirtiendo en educación y justicia, redistribuyendo y coordinando la inversión extranjera, protegiendo la biodiversidad del planeta, y buscando el mejor provecho de los recursos naturales mediante una explotación racional y destinando áreas para la protección de la flora y fauna.