Tres hechos esclarecedores acerca
de esta enfermedad comúnmente incomprendida.
La depresión afecta a entre seis
y ocho por ciento de la población en un año dado, y hasta a 15 por ciento en
algún momento de su vida. Es una cifra superior a la de las personas que padecen diabetes o asma,
pero la gente rara vez habla de la depresión y a menudo no la comprende.
He aquí algunos mitos y verdades
sobre este trastorno.
“No me puedo deprimir porque
tengo trabajo”
Hasta las personas que parecen
tenerlo todo pueden sufrir depresión. Pensemos, por ejemplo, en los europeos.
Según una encuesta reciente, uno de cada 10 europeos se ausenta del trabajo a
causa de la depresión, y 25 por ciento de ellos no les revelan a sus patrones
el motivo de sus faltas. Y un estudio sobre problemas de salud mental realizado
en todo el mundo culpa a
la depresión de ser la principal causa por la que perdemos años de vida
saludable.
“Si estuviera deprimido, no me
levantaría de la cama y estaría todo el día llorando”
La depresión afecta la vida de una persona de muchas maneras. Aparte del
sentimiento de tristeza o el insomnio, la persona puede perder el interés por las actividades
que habitualmente disfruta (entre ellas tener relaciones sexuales), o
bien, sufrir un dolor inexplicable. La pérdida de memoria, la desidia y los problemas de concentración
también pueden ser señales de depresión, si bien las encuestas indican que
muchas personas no reconocen esos síntomas, ni en sí mismas ni en sus seres
queridos.
“Si admito que tengo depresión,
tendré que tomar medicamentos el resto de mi vida”
Los antidepresivos pueden aliviar los síntomas de mucha gente, pero
también es cierto que algunas personas no experimentan ninguna mejoría con la
primera (o segunda) medicina que toman, así que es importante hablar con el
médico al respecto. Recibir
un tratamiento basado en la conversación, como la terapia cognitiva conductual,
puede resultar útil. A algunas personas los cambios de hábitos les reportan beneficios:
hay quienes encuentran alivio en el deporte, y aunque las pruebas científicas
no son concluyentes, hacer una caminata al día, correr o montar en bicicleta no
tiene efectos secundarios. Y
cada vez más expertos consideran que tratar el insomnio como parte de la
depresión es esencial para ayudar a las personas depresivas a despertar
con más ánimo.
Miniprueba de depresión
Durante las dos últimas semanas, ¿has…
Perdido
el interés por las actividades que normalmente disfrutas?
Tenido problemas para conciliar el sueño, o has dormido
demasiado?
Sentido
de desesperanza a menudo?
Pensado en autolesionarte?
Si respondiste sí a estas
preguntas y tu vida se ha vuelto complicada, acude al médico para saber si
padeces depresión o no, y qué puede hacer él para ayudarte.
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