Un experimento ha demostrado que
la cafeína afecta a nuestra capacidad de ser influenciados mediante mensajes
persuasorios.
El experimento fue realizado en la Universidad de Queensland en
Australia. Para ello se
contó con un grupo de voluntarios que fueron seleccionados por tener ideas a
favor de la eutanasia. El objetivo del estudio era comprobar hasta qué
punto los sujetos podían cambiar de opinión después de leer unos textos en
contra de la eutanasia.
Previamente a la lectura de los
textos se dividió a los sujetos en dos grupos. Un grupo tomaría café normal y el otro
grupo tomaría café descafeinado. A ninguno de los sujetos se les dijo qué tipo de café habían tomado.
Después de tomar el café cada uno de los sujetos leyó 6 textos con
argumentaciones en contra de la eutanasia. Una vez leídos los textos se les preguntó a los sujetos
cuál era ahora su opinión sobre el tema.
Resultados
Los sujetos que habían tomado
café normal se mostraron más influenciados por las argumentaciones de los
textos que los sujetos que habían tomado café descafeinado. Es decir, los
textos en contra de la eutanasia habían modificado las actitudes previas (a
favor de la eutanasia) de este grupo de sujetos.
Por el contrario, los sujetos que
bebieron café descafeinado siguieron mostrando la misma actitud.
Explicación
La cafeína incrementa nuestros
niveles de atención y como consecuencia procesamos en mayor profundidad
cualquier mensaje que nos llega. Cuando estos mensajes son persuasorios, la
cafeína nos hace ser más vulnerables a ellos.
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