Allá llegas y ahí sufres cuando no te
amas ni te valoras
y asumes el ingrato papel de víctima.
Entonces buscas relaciones
maltratadoras que te permiten confirmar lo que crees: Que no vales nada.
De ese
infierno sales cuando eliges
quererte y respetarte, cuando elevas tu autoestima y te aceptas.
Es tu
autoanulación la que da
pie para que otros te golpeen, te griten o te exploten a su amaño.
Pero todo mejora si sanas tu pasado, te amas, tomas conciencia de
tu valor y tomas el timón de tu barca.
Si lo
necesitas busca ayuda
profesional y no dejes que tu vida se diluya en el túnel del dolor y los
oprobios.
Hay
muchos que han cambiado
las pesadillas del ayer por una vida serena y feliz.
Tú también puedes. Hazlo ya.
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