Estudios
recientes han demostrado que los roncadores no sólo les quitan el sueño a sus
parejas, sino que están en riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Hay pocas situaciones más incómodas que compartir el cuarto con una
persona que ronca. Las víctimas de un roncador se quejan de que
conciliar el sueño con esos ruidos es casi imposible. Pero estudios recientes señalan que la peor parte
no es para quien debe aguantar ese insoportable estruendo, sino para el que lo produce.
Las personas que roncan pueden padecer de apnea del sueño, una condición médica
por la cual la gente dejar
de respirar mientras duerme.
Es poco conocida, pero los estudios señalan que está en aumento,
especialmente en hombres, debido al incremento de la obesidad. También
se sabe que no tratarla puede generar complicaciones como depresión y problemas
cardiovasculares.
No todos los pacientes que roncan sufren de apneas, pero
todos los pacientes que sufren de apnea de sueño roncan. Cuando la persona está dormida,
el peso del abdomen presiona el tórax, lo que hace que se obstruya el flujo de
aire. El poco que entra es el causante del ronquido, pero la falta de
aire en los pulmones hace que el cerebro no reciba suficiente oxigeno y que la
persona se despierte.
Además, los músculos que mantienen la vía aérea abierta
pierden tono y ante la presión ejercida sobre el cuello, se produce una mayor obstrucción.
Otro factor de riesgo importante es la edad. Los mayores de 65 años tiene tres veces más riesgo de desarrollar
apneas.
Esta alteración en la ventilación hace que el sueño no
sea restaurador. Los pacientes se levantan en la mañana con dolores de cabeza y
tienen dificultad para concentrarse en las actividades diarias porque están con
sueño.
Pero ahí no paran los problemas. Las apneas vuelven el corazón más grande, lo que puede producir arritmias
cardíacas y dificultad en el bombeo de sangre. Con el tiempo estos pacientes pueden sufrir de
hipertensión arterial, infartos y trombosis.
Por
eso es importante prestar atención a los roncadores y asistir a una consulta
médica. Cuando las personas comparten cama es fácil percatarse de esta
anomalía, lo difícil es si duermen solos, pues así no es posible determinar si
roncan o no. Por esto los médicos se valen de una serie de preguntas para saber
qué tan reparador es el sueño.
Cuando
existe una sospecha clínica y el resultado de las escalas es positivo, es
importante acudir al médico para definir el diagnóstico con un estudio de sueño
(polisomnografía), que evalúa la presencia de apneas y la oxigenación de la
sangre mientras duerme.
El
tratamiento depende de la severidad de la enfermedad. Cuando el cuadro
es leve, se recomienda disminuir de peso, tratar de dormir de medio lado y no
boca arriba y evitar las
bebidas alcohólicas antes de dormir. En los casos más severos se debe
utilizar una mascarilla de presión de aire que abre la vía aérea superior.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios