¿Sube de peso sin explicación?
¿Se siente cansancio frecuentemente? ¿Sus pies y manos permanecen fríos? Estas
son algunas de las señales que pueden indicar que algo no funciona bien con su
tiroides.
Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estas
afecciones las padece
cerca del 10% de la población.
La tiroides es una glándula con
forma de mariposa ubicada en el cuello donde se produce la hormona tiroidea
(TH), responsable de mantener el equilibrio hormonal y el metabolismo del
organismo, la temperatura corporal y el ritmo cardíaco. Por eso, cuando
se altera su funcionamiento muchas funciones del organismo también se
descontrolan.
Cuando la glándula no segrega las
hormonas tiroideas en cantidades adecuadas se presenta el hipotiroidismo, “en muchos casos
debido a una insuficiente ingesta de yodo”, explica el médico Rafael Ordóñez.
Otra condición común es el hipertiroidismo, que se presenta cuando hay
sobreproducción de la TH.
Otros estados de esta enfermedad
son tiroiditis, es decir, la inflamación de la glándula y se presenta
generalmente en la etapa del postparto; nódulos tiroideos, que es la presencia
de tumores; cáncer de tiroides, que no es muy común y el bocio, que es el aumento
del tamaño de la glándula. “Que la tiroides esté sana es importante porque
cada tejido y célula tiene que ver con esta hormona y si se altera, puede verse
el impacto en diferentes procesos del organismo”, afirma Ordóñez.
No hay teoría única que explique por qué se presentan estas
alteraciones, pero tener
problemas de tiroides es una condición bastante común, sobre todo en mujeres.
Según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos,
una de cada ocho mujeres desarrollará problemas con esta glándula a lo largo de
su vida y según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas
afecciones las padece cerca del 10% de la población.
Para diagnosticar algún problema
con la tiroides se requiere de un examen de la hormona estimulante de la
tiroides (TSH), que se trata de una sencilla prueba de sangre. Si el problema se
detecta oportunamente, se puede controlar sin complicaciones y llevar una vida
normal. Estas son algunas señales de que algo no anda bien con esta glándula.
- Cambio de peso: Si se alimente
bien y hace ejercicio pero aumenta de peso o le cuesta demasiado bajar unos
kilos, está frente a uno de los mayores signos de hipotiroidismo. Este efecto
ocurre porque no se está produciendo suficiente hormona tiroidea, lo que hace
que el metabolismo se ralentice y que se quemen menos calorías. Pero ojo, si el
caso es el contrario, que se reduzca el peso, puede ser indicio de
hipertiroidismo, que se origina porque hay demasiada producción de TH y la
energía recibida de los alimentos se utiliza más rápido. Esta alteración
también puede generar cambios en el apetito: si el problema es de
hipotiroidismo, éste disminuye porque el cuerpo utiliza menos energía. Si se
trata de hipertiroidismo, el cuerpo pide más comida para funcionar.
- Cambios drásticos en el estado
de ánimo: El desequilibrio de las hormonas tiroideas pueden causar que el estado
de ánimo se altere fácilmente. Las personas con hipotiroidismo pueden estar
frecuentemente tristes y deprimidas. “Se cree que es por el impacto de la
función tiroidea sobre la serotonina, la sustancia química que hace que el
cerebro se sienta bien”, explica Ordóñez. Por su parte, quienes presentan
hipertiroidismo suelen permanecer agitadas, nerviosas y ansiosas porque siempre
están aceleradas.
- Cansancio y fatiga: Si luego de una
plácida siesta o una buena noche de sueño se levanta con cansancio, puede ser
un signo de hipotiroidismo, pues al producirse menos TH, el cuerpo funciona más
lento. El efecto contrario, hipertiroidismo, produce más palpitaciones y
sensación de nerviosismo, como si la persona se hubiera bebido demasiado café y
estuviera en estado de alerta siempre.
- Problemas de fecundación: El ciclo
menstrual cambia cuando se presentan cambios en la función de la tiroides.
Cuando empieza a ser más frecuente y ligero, indicaría hipertiroidismo. Cuando
es más demorado y frecuente, entonces se trataría hipotiroidismo. En ambos
casos, el ciclo se altera y la ovulación normal se interrumpe, lo que puede
aumentar el riesgo de infertilidad. “Se aconseja que las mujeres que quieran
quedar embarazadas se aseguren que todo está bien con la glándula para evitar
complicaciones”, dice el médico.
- Piel y cabello quebradizo: Cuando la
tiroides es poco activa, la piel empieza a resecarse. No es claro por qué
sucede, pero los expertos piensan que es debido a la lentitud de la actividad
de las células de la piel y las glándulas sebáceas. Así mismo sucede con el
cabello porque los nutrientes no llegan. Así, empieza a resecarse, debilitarse
y caerse.
- Estreñimiento y diarrea: Como la tiroides
regula el metabolismo, cuando el problema es de poca producción la digestión se
vuelve lenta y genera problemas de estreñimiento. Por el contrario, cuando la
tiroides es hiperactiva se pueden presentar más movimientos intestinales de lo
normal provocando diarrea.
- Cambios de temperatura: La sensación
permanente de frío puede ser un síntoma de hipotiroidismo. Esto ocurre a causa
de un metabolismo lento. Si la sensación es de calor o estar sudando todo el tiempo,
podría ser causa del trabajo exagerado de las células, condición común en el
hipertiroidismo.
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