Una
de las frases más famosas de la filosofía es “pienso luego existo” de René
Descartes.
En
su proceso de duda radical Descartes concluye: Si estoy pensando no puedo dudar que existo.
Ha
encontrado una verdad incuestionable.
Interesante
y nos lleva a pensar en las víctimas que aplican una frase bien diferente: “Sufro, luego existo”
Si
tú estás sufriendo aún
estás a tiempo para cambiar creencias que te atan, amarte y salir de un círculo
infernal.
Si no te amas te pondrás de cojín para
que otros se te recuesten encima y necesitas valorarte y ser firme.
Si
llevas años como tapete que otros
pisan busca una buena consejería sicológica y vuelve a nacer.
Elige ser feliz y corta sin miramientos
con todo lo que te rebaja hasta que puedas gritar: “Me amo, luego existo”.
Vales mucho, tienes una gran dignidad,
Dios te ama y estás en la tierra para ser feliz, no para sufrir.
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