Los miedos huyen en tropel cuando eliges amarte, amar a Dios, amar la
vida y confiar firmemente.
Ninguna emoción es mala y a todas hay que acogerlas con amor porque
son maestras de vida y liberarlas.
Habla con el miedo: “Bienvenido amigo miedo, te recibo con amor y
aprendo que necesito amarme y creer con más fuerza. Me comprometo a
fortalecer mi amor y mi fe y así, mientras más grandes son ellos, más débil eres
tú y te vas”.
Las dos fuerzas más grandes son el amor y
el temor. Pues bien, la
segunda se debilita cuando la primera se fortalece.
Un temor muy grande desnuda un amor y una fe muy
frágiles, aunque tú pienses que amas y crees mucho.
De hecho, el humano suele afirmar que tiene mucho amor y una
fe muy grande sin que eso sea cierto.
¿Cuidar el amor y la fe es la prioridad
diaria de los humanos?
Piensalo bien y sé sincero: ¿Cuidar el ser es mi prioridad?
Piensalo bien y sé sincero: ¿Cuidar el ser es mi prioridad?
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