Parece
mentira
que
después de tanto tiempo
rotos
nuestros lazos
sigamos
manteniendo la ilusión
en
nuestro aniversario.
La misma mesita
que nos ha visto amarrar
las manos por debajo
cuida que el rincón de siempre
permanezca reservado.
Y aunque la historia se acabó
hay algo vivo en ese amor
que aunque empeñados en soplar
hay llamas que ni con el mar.
Las
flores de mayo
poco a
poco cederán
a las
patas de gallo
y nos
buscaremos con los ojos
por si
queda algo.
El siete de septiembre
es nuestro aniversario
y no sabremos si vesarnos
en la cara o en los labios.
Y aunque la historia se acabó
hay algo vivo en ese amor
que aunque empeñados en soplar
hay llamas que ni con el mar.
El
siete de septiembre
es
nuestro aniversario.
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