Mi
carácter impulsivo, me hacía reventar en cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos
incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había
dañado.
Un día mi consejero, quien me vio dando excusas después
de una explosión de ira, me entregó un papel liso.
Y entonces me dijo: Estrujalo, Asombrado, obedecí e hice
una bola con él papel.
Luego me dijo:
Ahora dejalo como estaba antes. Por supuesto que no pude
dejarlo como estaba.
Por
más que traté, el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces
mi consejero hablo:
“El
corazón de las personas es como ese papel.
La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste,
será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel.
“Aunque
intentemos enmendar el error, ya estará “marcado”.
Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos
palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos
arrepentimos.
Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo
que quedó grabado. Y lo mas triste es que dejamos “arrugas” en muchos
corazones.
Desde hoy, se más compresivo y más paciente, pero en
especial aprende a dejar el orgullo a un lado y haz como haria un valiente,
Pide perdón y reconoce tu error.
Cuando
sientas ganas de estallar recuerda “El papel arrugado”.
Proverbios 12:18 “Hay quienes hablan como dando estocadas
de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.”
Proverbios 19:11 “La cordura del hombre detiene su furor;
Y su honra es disimular la ofensa.”
Proverbios
15:1 “La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el
furor.”
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