¿Quiénes
de nosotras no hemos sentido que el corazón se nos sale del pecho o las típicas
mariposas en el estómago cada vez que vemos al objeto de nuestro afecto? A ese hombre a quien antes de decirle que sí, habíamos consultado todas y cada una de sus
virtudes y defectos con la almohada, las mejores amigas y hasta nuestros
familiares más cercanos; recibir retro de si nos convenía o no.
¿Cuántos consejos escuchamos de lo que
debíamos y NO debíamos de hacer? Y ¿cuántos de esos mismos seguiste?
Lo
curioso es que hombres y mujeres nos pasamos la vida buscando al amor de
nuestra vida, y pensamos que debemos de besar a muchos sapos antes de
encontrarlo, cuando un día ese regalo tan esperado nos cae del cielo, y
comenzamos a dedicarle nuestras mejores galas, ese perfume que sólo usamos en
ocasiones especiales y por supuesto nuestro tiempo libre.
Todo esto para asegurarnos
de que siempre quiera estar a nuestro lado y vivir nuestro cuento de
amor por toda la eternidad.
Sin embargo, a cuántas de nosotras nos ha invadido más el miedo de
perder a la pareja y es entonces cuando
comenzamos a cambiar radicalmente, dejamos de hacer muchas de las cosas que nos
gustan o peor aún a hacer todo sólo para satisfacer a la persona en cuestión.
Y entiéndanme chicas, no es que la vida en pareja no exija cambios, sin
embargo, la emoción por las que son generados estos cambios es fundamental.
Se vale que le pidas lo que necesitas pero antes debes dártelo tú. Nadie mejor que tú sabe como
amarte, qué es lo que te gusta y la manera en la que te gusta ser tratada para
descubrir si lo que tenemos en frente es una experiencia altamente positiva
para nuestro desarrollo o no. Estas emociones son AMOR O MIEDO. Si estás en
una relación y tienes
miedo de perder al galán, aguas, tu ser interno te está avisando que
estás a punto de buscar
afuera lo que sólo vas a encontrar adentro.
Por ejemplo, buscas que él te ame como tu lo amas, por tanto lo
vuelves tu centro, pones sus necesidades a satisfacer antes siquiera que las
tuyas, y un día te das cuenta que él no dejó de hacer nada por ti, entonces te
lamentas y lloras por los rincones que no seas una prioridad para él y
es cuando le cantas todo lo que has hecho por él.
Primero, amiga grave error, nunca debes de dar nada que no
estés dispuesta a olvidar cuando lo hayas dado, si tú dejas a tus amigas
esperando que él haga lo mismo tu emoción es miedo no amor. Se vale que le pidas lo que
necesitas pero antes debes dártelo tú. Nadie mejor que tú sabe como amarte, qué
es lo que te gusta y la manera en la que te gusta ser tratada, como estar
contigo si te sientes enojada, triste o simplemente estás en tus días, nadie
sabe mejor que tú cómo consentirte, así que no esperes que lo sepan, mejor guía
a tu pareja para que sepa cómo tratarte y amarte… Amándote tú misma…
Chicas dejemos de buscar en el lugar
equivocado, el amor que
merecemos no está fuera de nosotras, inicia aceptando desde dentro que somos
merecedoras del más grande amor lo que lo atraerá a nosotras. Y cuando esté
frente a ti, ocúpate de amoldarte a la relación con amor y respeto hacia ti,
porque es la única manera de brindárselo a tu pareja. Acepta cambios pero basados en el amor a ti
misma, no en el miedo de perder lo poquito que crees que mereces.
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