Si encuentras algo imposible
nunca pierdas la esperanza
porque
la constancia vence
lo
que la dicha no alcanza.
Negrita de mis amores
que hermoso tienes tu pecho
que el arte no arreglaría
lo
que hizo Dios tan bien hecho.
Yo no quiero cantar más
porque no me da la gana
si
me dieran aguardiente
yo
cantara hasta mañana
Por ser la primera vez
que en esta casa yo canto
Gloria la Padre, Gloria al Hijo
Y Gloria la Espiritu Santo
Permita Dios Poderoso
y las ánimas benditas
que
mi mujer y la otra
se
quieran como hermanitas
Malditos sean los demonios
cuando me puse a querer
más
vale querer a un perro
que
querer a una mujer.
Dame lo que te pido
que no te pido la vida
de
la cintura p’abajo
y de
la rodilla p’arriba
Anoche dormí con ella
ni siquiera la besé
por
la mañana me dijo
¡Ah
pendejo qu’es vusté!
Cuando mi suegra se muera
que la entierren boca’bajo
por
si se quiere salir
que
se vaya más p’abajo
Un pajarito voló
a la sala de un convento
y las monjitas gozaban
con el pajarito adentro
Pobre del Rey Salomón
con sus mil y más mujeres
si
yo con una que tengo
me
doy contra las paredes
Más vale querer a un perro
que querer a una mujer
que
el perro es agradecido
cuando
le dan de comer
Ah! Mujeres tan hermosas
que al mirarlas ganas dan
si
por fuera son sabrosas
por
dentro, cómo estarán?
Dice el sabio Salomón
que´l que engaña a una mujer
no
tiene perdón de Dios
si
no la engaña otra vez
Es tanto lo que te quiero
y lo que te quiero es tanto
que
si no fuera pecado
te
adorara como a un santo
Mi mujer sí me mandó
que atizara la candela
y yo
por andar ligero
me
aticé la cocinera
Las muchachas que hay aquí
son muchas y muy bonitas
pero
son más pedigüeñas
que
las ánimas benditas
Las mujeres en el baile
cuando se apagan las velas
la
que no corre gatea
la
que menos corre vuela
La primera la hizo Dios
y esa engañó al padre Adán
¿Si
así fue la que Dios hizo
cómo
serán las demás?
La mujer que a los cuarenta
no lo ha podido probar
que
Dios la saque de penas
y la
lleve a descansar
Entre la noche sombría
tus negros ojos brillaron
y
hasta los gallos cantaron
creyendo
que amanecía
Gracias a Dios que ya tengo
dos camisas p’a cambiar
una
que se me acabó
y
otra que voy a comprar
Cuando uno quiere a una
y a uno ella no lo quiere
es
como cuando en la calle
un
calvo se encuentra un peine
Esto dijo el armadillo
cavando en una barranca
gracias
a Dios que me dio
tanta
fuerza en la palanca
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