Nelson Mandela después salir de 27 años de cárcel,
decidió que Sudáfrica era superior a cualquier reyerta personal por grande que
fuera.
Planteó
un gobierno de unidad nacional con los blancos racistas de esa nación que lo
encarcelaron y eso ocurrió evitándole a Sudáfrica una guerra civil.
En su toma de posesión el 10 de mayo 1994 como presidente
electo de ese país pronunció uno de los discursos más cortos y más bello de la
humanidad y cito el siguiente poema:
Nuestro temor más profundo no es que somos meramente
idóneos.
Nuestro
temor más profundo es que tenemos poder más allá de toda medida.
Es nuestra luz o nuestras tinieblas, lo que nos
atemoriza.
Nos preguntamos ¿uién soy para ser brillante, maravilloso, talentoso y
fabuloso?.
En realidad ¿quién eres para no serlo?
Sois los niños de Dios.
Si
actuáis de forma pequeña de nada le sirven al mundo.
No es un acto iluminado encogerse para que las otras
personas a vuestro alrededor no se sientan inseguras.
Hemos
nacido para manifestar la gloria de Dios que se halla en nosotros.
No en algunos de nosotros está en todos.
Y cuando permitimos que nuestra
propia luz brille, inconscientemente le damos permiso a la otra gente para que
haga lo mismo.
A medida que nos liberamos de
nuestro propio temor, nuestra presencia automáticamente libera a los demás'.
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