Cada día se nos plantean miles de cuestiones,
algunas más trascendentales que otras, y la decisión no siempre es fácil. ¿Qué
carrera estudio? ¿Qué automóvil me compro? ¿Llevo a mis hijos a un colegio
público o privado? ¿Me caso o no? A veces, incluso, cuando ya nos hemos
inclinado por una de las opciones, nos sigue generando ansiedad pensar si
habremos elegido lo correcto.
Pues bien, un
estudio de la Universidad de Michigan ha encontrado que un gesto tan sencillo
como lavarse las manos puede ayudarnos a aclarar nuestras dudas tras tomar una
decisión.
El estudio,
publicado este mes en la revista Science, amplia otras investigaciones que
demostraban el poder del lavado de manos en la eliminación de la culpa por
malas acciones del pasado.
«No es sólo que
lavarse las manos contribuya a la limpieza moral y física de la persona, como
aseguran algunos estudios. Nuestra investigación muestra que también reduce la
influencia de comportamientos pasados y decisiones que no tienen implicaciones
morales», explica uno los psicólogos autores de la investigación.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores
reclutaron a estudiantes a los que le pidieron que eligieran entre 30 carátulas
de CD como parte de un presunto estudio de mercado. Los participantes
escogieron libremente los 10 CD que más les gustaron, clasificándolos según sus
preferencias. Después, les propusieron que eligieran entre el quinto y el sexto
CD de su ranking. Una vez hecha la elección, los participantes tuvieron que
completar una encuesta sobre una marca de jabón líquido. Antes de responder a
las preguntas, la mitad de los estudiantes observó el envase, mientras que el
resto probó el jabón lavándose las manos. Después de completar el test, a los
participantes se les volvió a pedir que clasificaran de nuevo los 10 CD.
El poder de
lavarse las manos
El resultado es
que aquellos que examinaron la botella de jabón sintieron la necesidad de
justificar su nueva elección. Encontraban el nuevo CD elegido mucho más
atractivo que el anterior y el relegado mucho menos atractivo que el elegido en
la primera ocasión. «Pero el lavado de manos elimina este efecto clásico»,
explica otro de los investigadores. Los que se probaron el jabón lavándose las
manos, no necesitaron justificar su decisión cuando clasificaron sus CD por
segunda vez.
Para confirmar
su teoría, los investigadores repitieron el estudio con otro mecanismo. Esta
vez relacionaron los sabores de diferentes tarros de mermelada de fruta con
otra encuesta sobre toallitas antisépticas. El resultado fue el mismo. «Los que
se limitaba a examinar la toallita justificaban después su decisión sobre el
sabor preferido de mermelada buscando grandes diferencias entre la mejor
considerada y la peor. Esta necesidad fue eliminada en los participantes que se
limpiaron las manos con el paño antiséptico.
De acuerdo con los autores del estudio, los
resultados muestran que el lavado de manos puede, además de limpiar los rastros
de un comportamiento inmoral, borrar la incertidumbre de las decisiones que
hemos tomado, reduciendo la necesidad de justificarlas. Así que si no está
seguro de su elección, lávese las manos para «aclarar» cualquier duda.
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