El miedo al amor pide cambios internos, una fe muy fuerte y algo que
cuesta: Aceptar que somos vulnerables.
Un sabio decía que nunca se pierde cuando se ama y que solo se pierde
cuando se deja de amar.
Pero, ¿qué es amar? Acá es donde hay que abrir la mente y el
corazón porque somos
analfabetos afectivos.
Erich Fromm tiene razón cuando dice en su
valioso libro EL ARTE DE AMAR que el amor es raro y escaso.
Hay muchos sucedáneos del amor y, por lo
mismo, el fracaso no es
del amor sino de sus sustitutos.
A veces el miedo al amor es un miedo a la propia incapacidad de darse y dar de un modo incondicional.
Ese miedo cede al acabar con varios mitos: El amor no es para siempre, no
es exclusivo y no lo puede todo.
Atrévete a amar, aunque veas al lado muchas
relaciones rotas y otras temporales.
También existen las que perduran.
Sin soñar con lo perfecto puedes confiar si hay entrega, verdad,
admiración, humor, tolerancia, compromiso, libertad y perdón.
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