De
repente estás hablando con una persona y esta persona dice o hace algo por
primera vez y crees que ya lo has vivido antes pero sabes que no es así. O
paseas por primera vez por una calle y sientes que ya estuviste antes allí. Es
muy probable que hayas tenido esa sensación de haber pasado con anterioridad
por una situación que se está produciendo por primera vez. Es el conocido como
‘déjà vu’ (ya visto en francés). En español tenemos una palabra menos conocida
para denominarlo: paramnesia. Os contamos lo que sabe la ciencia actualmente
sobre este evento.
Un
desajuste temporal entre la percepción y la memoria
Lo primero es tratar de dilucidar cómo se produce este evento mental. Lo explica a la Sociedad Española de Neurociencia (SENC), que aclaran antes cómo se procesan y almacenan las experiencias: “Cuando vivimos una situación nueva la percibimos a través de nuestros sentidos y después de distintas etapas de procesado la almacenamos en nuestra memoria como una experiencia ya vivida. Ese proceso dura unos cientos de milisegundos y es lo normal. Cuando repetimos esa experiencia, todo nos resulta conocido porque lo que percibimos en cada momento es en realidad una mezcla de lo que estamos procesando del exterior y lo que ya tenemos almacenado en nuestra memoria que estamos recuperando en tiempo real”.
Aunque parece inmediata la percepción de
nuestros sentidos, esta
señal se procesa en nuestro sistema nervioso y en el caso del 'déjà vu' se cree
que las señales que envían nuestros sentido llegan antes a la memoria que a la
propia percepción consciente. En el caso del ‘déjà vu’, “parece que ocurre un desajuste temporal y la
percepción consciente se produce con retraso en relación con el almacenamiento
en la memoria. Llega a la memoria antes de percibirse. Cuando finalmente
percibimos el entorno ya lo tenemos almacenado en la memoria (desde hace unos
milisegundos nada más,
pero el cerebro no es capaz de saber desde cuándo está ahí) y crea esa
sensación extraña”. De hecho, en la memoria sólo hay “el entorno pero no
tenemos asociada ninguna vivencia, porque nunca hemos estado, y esto es lo que genera una cierta
extrañeza”.
La psicóloga Elena Daprá, experta en bienestar
psicológico en la empresa, que
el 'déjà vu' ocurre al producirse un fallo en el circuito de reconocimiento del
recuerdo, "una alteración del sistema cognitivo", cuando se
activa un circuito neuronal del lóbulo temporal del cerebro "cuando no
debería" y genera la sensación de estar recordando algo.
Daprá añade que hay tres tipos de 'déjà vu':
el 'déjà vécu' (ya vivido
en francés), la sensación de haber vivido ya una situación al completo;
el 'déjà senti' (ya sentido en francés), el sentimiento de haberlo vivido
porque recuerdas una sensación pero sin mayor recuerdo que esa sensación y el 'déjà visité' (ya
visitado en francés), el
sentimiento de haber estado anteriormente en un lugar.
La psicóloga señala que no es patológico tener estas sensaciones pero
"si se repite mucho debería consultar al neurólogo". Coincide
con ella la también psicóloga Aurora Gómez Delgado, que destaca que es "un fenómeno normal
y no preocupante" pero que si una persona le dijese que tiene 'déjà vu'
con mucha frecuencia "en primer lugar le preguntaría si puede estar
haciendo algo que dañe su salud mental, como llevar mucho tiempo sin dormir,
tomar drogas o beber alcohol...
y que visitara a un neurólogo para descartar otro tipo de problemas".
No
se conocen las causas del ‘déjà vu’
Sobre los motivos detrás de los ‘déjà vu’, la SENC aclara que “no hay una teoría definitiva. Podría ser simplemente que el cerebro está ocupado con otras cosas y pone esta percepción en espera mientras que la parte que la lleva a la memoria sigue su camino. Podría ser un problema de conectividad entre diferentes áreas del cerebro, en este caso la frecuencia con que se dan los ‘déjà vu’ sería muy alta”. Otra hipótesis es que “simplemente hayamos estado en un sitio parecido y la memoria lo identifique de forma errónea”, aclara la SENC.
Un artículo científico de 2005 sobre el ‘déjà
vu’ en la neurología recopila
varias hipótesis que apuntan a unas bases neuroquímicas o
neuroanatómicas, sin que se haya podido probar ninguna.
En 2018, un experimento realizado en la
Universidad de Colorado (Estados Unidos) comprobó que durante la sensación de
'déjà vu' una persona no tiene mayor capacidad de prever un evento pese a que
los 'déjà vu' van
acompañados de un sentimiento de mayor facilidad de predecir el futuro.
Los investigadores señalan que la paramnesia es probablemente un fenómeno de
memoria.
El
‘déjà vu’ es más frecuente en jóvenes
Una revisión de estudios del año 2003 concluyó que en torno al 60% de la población ha vivido algún ‘déjà vu’ y que su frecuencia disminuye con la edad, es decir, experimentamos más ‘déjà vu’ cuanto más jóvenes seamos. También parece que se asocia con el estrés y la fatiga, así que en momentos de relajación es más difícil que sentimos que nos pasa algo que ya ocurrió pero que en realidad es la primera vez. Otra correlación es a mayor educación y nivel socioeconómico, más ‘déjà vu’. Daprá señala que también es más frecuente en personas con mucha creatividad, que son imaginativas y/o muy inteligentes.
Lo primero es tratar de dilucidar cómo se produce este evento mental. Lo explica a la Sociedad Española de Neurociencia (SENC), que aclaran antes cómo se procesan y almacenan las experiencias: “Cuando vivimos una situación nueva la percibimos a través de nuestros sentidos y después de distintas etapas de procesado la almacenamos en nuestra memoria como una experiencia ya vivida. Ese proceso dura unos cientos de milisegundos y es lo normal. Cuando repetimos esa experiencia, todo nos resulta conocido porque lo que percibimos en cada momento es en realidad una mezcla de lo que estamos procesando del exterior y lo que ya tenemos almacenado en nuestra memoria que estamos recuperando en tiempo real”.
Sobre los motivos detrás de los ‘déjà vu’, la SENC aclara que “no hay una teoría definitiva. Podría ser simplemente que el cerebro está ocupado con otras cosas y pone esta percepción en espera mientras que la parte que la lleva a la memoria sigue su camino. Podría ser un problema de conectividad entre diferentes áreas del cerebro, en este caso la frecuencia con que se dan los ‘déjà vu’ sería muy alta”. Otra hipótesis es que “simplemente hayamos estado en un sitio parecido y la memoria lo identifique de forma errónea”, aclara la SENC.
Una revisión de estudios del año 2003 concluyó que en torno al 60% de la población ha vivido algún ‘déjà vu’ y que su frecuencia disminuye con la edad, es decir, experimentamos más ‘déjà vu’ cuanto más jóvenes seamos. También parece que se asocia con el estrés y la fatiga, así que en momentos de relajación es más difícil que sentimos que nos pasa algo que ya ocurrió pero que en realidad es la primera vez. Otra correlación es a mayor educación y nivel socioeconómico, más ‘déjà vu’. Daprá señala que también es más frecuente en personas con mucha creatividad, que son imaginativas y/o muy inteligentes.
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