Proclamada Doctora de la Iglesia el 27 de septiembre de
1970 por el papa Pablo VI
Nombre: Teresa
de Cepeda y Ahumada
Nacimiento: 28 de
marzo, 1515 en Ávila, España
Fallecimiento: 4 de octubre, 1582 Alba de Tormes, España
Venerada en: Iglesia
católica
Beatificación: 24 de abril de 1614 por Paulo V
Canonización: 24 de abril de 1622 por Gregorio XV
Festividad: 15 de octubre
Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida por el nombre de
Santa Teresa de Jesús o simplemente Teresa de Ávila fue una religiosa, doctora
de la Iglesia Católica, mística y escritora española, fundadora de las
carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (o
carmelitas).
Según relata la propia Teresa en los escritos, desde sus
primeros años mostró Teresa una imaginación vehemente y apasionada. Su padre,
aficionado a la lectura, tenía algunos romanceros; esta lectura y las prácticas
piadosas comenzaron a despertar el corazón y la inteligencia de la pequeña
Teresa con seis o siete años de edad.
Parece que perdió a su madre hacia 1527, o sea a los 12
años de edad. Ya en aquel tiempo su vocación religiosa había sido continuamente
demostrada.
Los
capítulos 11 a 23 del libro de La Vida son un tratado de oración clásico y
único, donde compara los niveles de oración con cuatro formas de regar un
huerto. Las flores que este dará son las virtudes:
1.-
Riego acarreando el agua con cubos desde un pozo.
Corresponde con la oración
mental, interior o meditativa, que es un discurso intelectual sin repetición de
oraciones aprendidas. Se trata de recoger el pensamiento en el
silencio, y evitar las continuas distracciones. La definición de Teresa de
oración mental está recogida en el Catecismo de la Iglesia católica: “…que no
es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando
muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama.” (Vida, 8, 5). Es la
etapa que más esfuerzo personal requiere para tomar la decisión de iniciar este
camino.
2.-
Riego trasegándola con una noria.
Oración de quietud: también
llamada contemplativa. La memoria, la imaginación y razón experimentan un
recogimiento grande, aunque persisten las distracciones ahonda la concentración
y la serenidad. El esfuerzo sigue siendo personal, se comienza a
gustar de los frutos de la oración, lo que nos anima a perseverar.
3.-
Riego con canales desde una acequia.
Oración de unión: El esfuerzo
personal del orante es ya muy pequeño: memoria, imaginación y razón son
absorbidas por un intenso sentimiento de amor y sosiego: “El gusto y
suavidad y deleite es más sin comparación que lo pasado.” (Vida 16,1)
4.-
Riego con la lluvia que viene del cielo.
Éxtasis o arrobamiento: Se
pierde el contacto con el mundo por los sentimientos. “Acá no hay sentir, sino
gozar sin entender lo que se goza“ (Vida 18, 1), se pierde incluso
la sensación de estar en el cuerpo y cualquier posible control sobre lo que nos
acontece. Corresponden con las descripciones de levitación.
En el libro Camino de Perfección (también llamado el
Castillo Interior o Las Moradas) detalla las etapas de la oración en 7 pasos.
Describiendo el alma como un castillo de cristal o diamante al que se entra por
medio de la oración y en el que se van recorriendo diversas moradas.
Teresa insiste en perseverar en
la oración con humildad frente a Dios sin exigir o buscar experiencias
sobrenaturales: “…importa mucho entender que no a todos lleva Dios por un
camino; y, por ventura, el que le pareciere va por muy más bajo está más alto…”
(Camino de Perfección 27,2). O dicho de otra forma: “El verdadero
humilde ha de ir contento por el camino que le llevare el Señor"
(Camino de Perfección 15, 2).
Nueve meses después de su muerte abrieron el ataúd y
comprobaron que el cuerpo estaba entero y los vestidos podridos. Antes de
devolver el cuerpo al cofre de enterramiento le diseccionaron una mano que
envolvieron en una toquilla y la llevaron a Ávila.
El pie derecho y parte de la mandíbula superior están en
Roma.
La mano izquierda, en Lisboa.
El ojo izquierdo y la mano derecha, en Ronda (España).
Esta es la famosa mano que Francisco Franco conservó hasta su muerte, tras
recuperarla las tropas franquistas de manos republicanas durante la Guerra
Civil Española.
El brazo izquierdo y el corazón, en sendos relicarios en
el museo de la iglesia de la Anunciación en Alba de Tormes. Y el cuerpo
incorrupto de la santa en el altar mayor, en un arca de mármol jaspeado
custodiado por dos angelitos, en dicha iglesia.
Un dedo, en la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto en
París.
Otro dedo en Sanlúcar de Barrameda.
Dedos y otros restos santos, esparcidos por España y toda
la cristiandad.
Títulos
Capitana de los Reinos de
España.
Patrona de los escritores
españoles.
Alcaldesa de la Villa de Alba
de Tormes
Doctora de la Iglesia
Católica, declarada en 1970.
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