Las
debacles económicas ofrecen a las empresas una rara oportunidad de maniobrar
mejor que sus rivales. Pero para hacerlo, primero debe evaluar
sistemáticamente la habilidad de su organización para capear las tormentas y
tomar acciones correctivas.
Los autores ofrecen un método exhaustivo para enfrentar el reto
simultáneo ofensivo y defensivo. Para algunas empresas, el resultado de
este proceso será un programa de acciones inmediatas que representan una
variación turbo-cargada de la forma usual como hacen las cosas. Para otras, significa la
dolorosa noticia de que solo un revolcón corporativo será suficiente.
Para estabilizarse, la empresa debe:
1)
Proteger sus bases financieras al, por ejemplo, monitorear y maximizar el flujo
de caja, administrar el riesgo de los clientes, reducir el capital de trabajo y
optimizar la estructura financiera y las opciones de financiamiento.
2)
Proteger las operaciones actuales reduciendo costos, aumentando la eficiencia y
administrando agresivamente las ventas, repensar su portafolio de
productos y precios, reconsiderar los planes de inversión, y deshacerse de
negocios no medulares.
3)
Trabajar para maximizar su valoración, comparada con sus rivales, siendo
proactivos en las relaciones con los inversionistas y favorecer la distribución
de dividendos y no la recompra de acciones.
Para lograr ventajas, las empresas tienen que hacer inversiones a largo plazo,
identificar fusiones oportunistas y transformadoras, y considerar
posibles redefiniciones de sus modelos de negocio.
Este
manual para la recesión le ayudará a las empresas, no sólo a sobrevivir a la
recesión, sino a prosperar después de esta.
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