Eres
excelente si centras tu conducta en principios, valores y buenas prioridades.
Una
prioridad es aquello que para ti tiene trascendencia
y lo ubicas en el primer lugar en la práctica, no solo en el deseo.
Para lograrlo hallas luz en estos criterios:
1.
Es más importante ser que tener.
2.
Es más importante darse y dar que recibir.
3. Es más importante el interior que lo aparente.
4. Es más importante lo espiritual que lo material.
5. Son más importantes las relaciones que las
posesiones.
Ámate
y no imites a los que dedican más tiempo y energías a cuidar su dinero que a
cuidar sus afectos.
Obsesionados
por las riquezas o por el poder descuidan sus relaciones
y están muertos en vida.
Se
engañan a sí mismos diciendo que algún día van a
consagrarse de verdad a sus seres queridos y no tienen paz porque nunca le ponen un límite a su ambición.
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