Dijo el
maestro Jesús:
Bienaventurados
los calmados pues
a ellos
les pertenecerá la tierra.
La
calma proporciona discernimiento
serenidad,
centralización y abre el
camino a la evolución espiritual
Cuando se nos cierra una puerta
hay
siempre otra que se abre.
Lo malo es que en general miramos
con tanto pesar y resentimiento
a la
que se cerro, que no nos
damos
cuenta, de la que se abrió.
Sigue de frente. Incluso si no
distingues el final de la escalera
continua
subiendo. El camino se hace
caminando,
sigue adelante
llegaras con certeza.
Tus
problemas son reflejos
de las
lecciones que
necesitas
aprender
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