Resiliencia es la capacidad que tienen los objetos para soportar golpes
y ese término pasó de la física a la sicología.
Eres resiliente cuando tienes la fortaleza, el coraje y la paciencia necesarias para resarcirte en las crisis y las tragedias.
Es casi imposible para un niño mimado y sobreprotegido ser resiliente porque lo malcriaron en una burbuja protectora.
Al evitar que conociera la frustración y el
dolor, le hiceron un gran
daño llamando amor a esa actitud de resguardar.
Eres resiliente si de verdad te amas mucho ya que el autoamor es una poderosa
fuente de energía.
Mientras más grande es tu fe en Dios y en
ti, más fuerte es tu
capacidad de superarte ante los golpes.
Las buenas relaciones son tu tesoro y es claro que
una persona muy solitaria es más vulnerable y frágil.
En las crisis busca ayuda, lee lo que te inspire, dedica tiempo a la
meditación porque ella te da paz interior, luz y energía.
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