Nuestro
cuerpo es un mecanismo complicado que reacciona de forma sensible no solo a los
estímulos externos sino internos también. La doctora Susan Babbel, psicóloga,
especialista en depresión, propuso una teoría interesante acerca de las señales
que nos envía nuestro cuerpo.
Babbel
cree que la incomodidad y el dolor pueden señalar preocupaciones internas:
secretos ocultos, cuestiones sin resolver. Las enfermedades crónicas son
síntomas de estrés y problemas emocionales, especialmente cuando lo físico está
bien y no hay motivos aparentes para las dolencias.
Cabeza
Todo tipo de dolores de cabeza aparecen por sobrecarga.
Puede ser preocupación con los resultados de tus esfuerzos o por motivos
insignificantes, así como también por la constante prisa que llevas en tu vida.
Deja
cada día un tiempo para ti. Permítete relajarte y no te preocupes por
tus asuntos durante un tiempo. Descansa y no sientas remordimientos por eso.
Esos “minutos de serenidad” aumentarán tu eficiencia. Y tu cabeza ya no te
dolerá.
Cuello
Las sensaciones desagradables en el área del cuello
simbolizan la carga de rencores que sentimos hacia otras personas o la
inconformidad con nuestras propias imperfecciones. El cuello duele cuando no
podemos perdonar a alguien o, incluso, a nosotros mismos.
Reconsidera
tu actitud hacia ti mismo y hacia los demás. Muchas veces la gente no
quiere ofenderte. Y tú no estás obligado a cumplir con tus expectativas
estrictas. Sé más sencillo con el mundo y aprende a perdonar. También es
importante pensar más a menudo en las cosas que te gustan.
Hombros
El dolor en los hombros indica que estamos saturados con
una carga emocional y bajo una gran presión. Tal vez alguien en tu entorno te
presiona. O no puedes tomar una decisión importante y cae sobre tus hombros
como una carga pesada.
Intenta compartir tus problemas con un amigo cercano.
Sentirás un gran alivio. Incluso si simplemente te desahogas, te ayudará a no
cargar con ese peso solo. O tal vez se te ocurra una solución sencilla del
problema.
Parte
superior de la espalda
Los dolores en esta área indican falta de apoyo
emocional, ausencia de amigos cercanos a tu lado. Cuando sentimos
subconscientemente que nadie nos quiere o nos valora.
Interactúa con diferentes personas. No te enfoques
únicamente en ti, sé abierto y amistoso. Conoce a gente nueva, ten citas. Y,
sobre todo, no suprimas en ti la afección.
Espalda
baja
Si te preocupas constantemente por el dinero, te puede
doler la espalda baja. Tal vez tu propio sueño de una vida adinerada no te deja
en paz o tus seres queridos te hacen preocupar por las cosas materiales.
La
felicidad no está en el dinero, por más trillado que pueda sonar. ¡Por
lo tanto, deja de preocuparte, las mejores cosas en la vida son gratuitas!
Dedícate a lo que amas. El trabajo al que dedicas tu alma, no solo te dará
placer sino también ganancias tangibles en un futuro.
Codos
El dolor en los codos indica falta de flexibilidad y
rechazo a buscar compromisos. Lo más probable es que estás resistiendo frente a
algunos cambios en la vida siendo obstinado. O subconscientemente temes aceptar
algo nuevo.
A
veces la vida puede parecer difícil y dura. Pero no es así. Tal vez
simplemente lo compliques todo. Sé más flexible, no gastes tu energía en pelear
contra las cosas que no puedes cambiar.
Manos
Las manos les duelen a aquellas personas que desde hace
tiempo necesitan una amistad. A las personas que no se relajan hablando con
otros. Si te duelen las manos, es una señal de que tienes que salirte de tu
mundo limitado.
Intenta hacer nuevos amigos. Cena con algún compañero del
trabajo. Ve al estadio, a un concierto, siéntete parte de la multitud. Emprende
conversaciones con nuevas personas más fácilmente, porque nunca sabes dónde
puedes encontrar una verdadera amistad.
Cadera
Este tipo de dolores pueden atormentar a las personas que
se aferran demasiado a tener una vida predecible con todas las comodidades. El
miedo patológico a los cambios, falta de disponibilidad de cambiar tu forma de
vivir y la resistencia constante a lo nuevo pueden provocar el dolor en la
cadera.
No
te resistas al flujo natural de la vida. La vida cambia, y eso la vuelve
interesante. Toma los
cambios como aventuras emocionantes. No dejes las decisiones importantes para
después.
Rodillas
Lo más probable es que el dolor en las rodillas sea la
señal de un ego enorme. Las rodillas duelen cuando pensamos mucho en nosotros
mismos y poco en los demás, cuando estamos seguros de que el mundo gira
alrededor de nosotros.
Mira a tu alrededor: no eres la única persona en el
planeta. Sé más atento con los demás. Escucha a tu amigo, ayúdale a tu mamá,
apoya a tu compañero de trabajo. Ayuda a la gente más a menudo. Puedes hacer
alguna obra de caridad.
Pantorrilla
El dolor en esta área es señal de una sobrecarga
emocional. Los celos irracionales y los tormentos amorosos que te hacen sufrir.
Hay que aprender a confiar en tu segunda mitad. Relájate
y deja de controlar a tu ser querido, no inventes cosas que no son. Y, tal vez,
llegó la hora de renunciar a las relaciones del pasado que ya no dan para más.
Tobillos
El dolor en los tobillos significa que muchas veces nos
olvidamos de nosotros. Y no nos permitimos sentir placer. Puede ser que el
trabajo ocupe todo nuestro tiempo o no tomamos nuestros deseos en serio,
aplazándolos para algún otro momento.
Llegó
la hora de empezar a consentirte. Cómprate lo que quieras, date el
placer de dormir a gusto, prueba aquel postre costoso. Olvídate por un tiempo
de tu carrera y piensa, por ejemplo, en una relación romántica. O planea el
viaje de tus sueños.
Pies
La explicación de por qué te duelen los pies tal vez esté
en una apatía profunda. Como si nuestro cuerpo se negara a seguir adelante. Nos
da miedo vivir y no vemos ningún sentido en ir adelante. Cuando pensamos
subconscientemente que todo está mal y que nuestras vidas han fracasado, nos
duelen los pies.
Aprende
a prestar atención a las pequeñas alegrías de la vida. A la belleza del
mundo exterior y a las personas. Disfruta de los sabores, olores, viento y sol.
Adopta a una mascota o búscate un hobby interesante. Llena tu vida de sentido.
Evita los recuerdos tristes y sonríe más a menudo. Busca la alegría en cada día
de tu vida.
En
conclusión ámate y perdónate. Sé más atento con los demás y procura no guardar
rencores. ¡Interactúa, sonríe (esto te va muy bien) y mantente sano!
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