De ti depende que la Navidad sea fuente de calma y
paz interior, no de estrés, vértigo, angustias y agitación.
Lo más seguro es que hagas compras, pero no te contentes con dar cosas porque lo que urge es dar amor.
Tu alma te pide aquietarte, estar unido a Dios, abrirte al perdón, ser afectuoso y valorar tu vida familiar.
Si miras bien el pesebre lo que ves allí es una familia pobre en bienes y rica en amor, fe y esperanza.
La iluminación, por su parte, te invita a acoger a Dios como luz de tu vida y a ser luz para otros.
Siente a Dios y cree que Navidad es compartir con los desposeídos y los que sufren hambre y abandono.
Ponte la mano en el corazón y despréndete de algo que te guste, no de lo que te sobra o está en mal estado.
Navidad es abrir esas puertas que se les cerraron a María y a José cuando buscaban un albergue. Navidad es amar sin medida.
Lo más seguro es que hagas compras, pero no te contentes con dar cosas porque lo que urge es dar amor.
Tu alma te pide aquietarte, estar unido a Dios, abrirte al perdón, ser afectuoso y valorar tu vida familiar.
Si miras bien el pesebre lo que ves allí es una familia pobre en bienes y rica en amor, fe y esperanza.
La iluminación, por su parte, te invita a acoger a Dios como luz de tu vida y a ser luz para otros.
Siente a Dios y cree que Navidad es compartir con los desposeídos y los que sufren hambre y abandono.
Ponte la mano en el corazón y despréndete de algo que te guste, no de lo que te sobra o está en mal estado.
Navidad es abrir esas puertas que se les cerraron a María y a José cuando buscaban un albergue. Navidad es amar sin medida.
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