Al meditar acerca de la muerte, paradójicamente tomamos conciencia de
la importancia de la vida: ¡Qué extraordinario es estar aquí!.
La conciencia de la muerte puede hacernos despertar al milagro de la existencia, a pesar de las cuitas y los azares.
Bronnie Ware, terapista australiana con
enfermos terminales, nos cuenta en su libro algo para pensar:
Desde su experiencia ve que la gente en su lecho de
muerte se arrepiente mayoritariamente de cinco cosas:
1. No tuve la valentía de hacer lo
que realmente quería hacer.
2. Viví ante todo para trabajar.
3. No expresé a los seres amados lo que realmente sentía.
4. No valoré bien a mis amigos.
5. No fui tan feliz como lo debí haber sido.
Son Los Cinco Arrepentimientos de los Moribundos o de
lo que se culpan, pero ya muy tarde.
Saca tiempo para pensar en esto y para cambiar de modo que no tengas
que culparte ya ante la partida.
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